Productividad personal

Para aquellos que no lo conozcan, Leo Babauta, es el creador y gestor del blog Zenhabits, un sitio estrella dentro de la red. Su blog es uno de los más visitados del mundo y se ocupa de "productividad personal". Escribe sobre como ha cambiado su vida, ha dejado de fumar, ha comenzado a hacer actividad física, ha cambiado su régimen alimentario… en fin, ha eliminado de su vida todo aquello que la hace particularmente complicada y estresante.

Uno de sus consejos sobre como comenzar a organizar la vida se centra en poner orden en casa, vaciando cajones y armarios para luego seleccionar las cosas que no sirven y eliminarlas. Un partidario del minimalismo, que de paso también ha abierto otro blog dedicada totalmente al estilo de vida minimalista. ¿Está de más aclarar que también este sitio va a toda vela?

Realmente el cómo pudiera ser su vida tan desordenada y estresante en una pequeña isla del pacífico es para mí un misterio que no he logrado develar…

Leo Babauta nació en Guam, una pequeñísima isla del océano pacífico que pertenece a los Estados Unidos, totalmente desconocida para aquellos que no hayan visto alguna vieja película sobre la guerra del pacífico. Leo tiene seis hijos, siempre tuvo un trabajo precario, débitos y dificultades para llegar a fin de mes y mantener a su familia. Un buen día decide que tiene que cambiar su estilo de vida e inicia a simplificarla. En un primer momento elimina las costumbres y las cosas superfluas. Luego se dedica a la dieta y la actividad física que supuestamente le ayudan a mejorar alma y físico y poco a poco las deudas van desapareciendo.

Entonces comienza a escribir en su blog sobre cómo ha afrontado el cambio. Transforma su historia en pequeños consejos sobre como optimizar la vida cotidiana eliminando lo superfluo y utilizando de una mejor manera el tiempo. En síntesis: aprender a producir más, de forma positiva.

¿Por qué ha obtenido tanto éxito si realmente dice cosas banales? Respuesta: yo creo que dice cosas banales porque he crecido en el campo y desde pequeño he recibido una educación que me ha enseñado el valor de las cosas y me ha resignificado el sentido de las necesidades humanas.

Quizás aquellos que han crecido en una ciudad están más condicionados por las reglas del consumismo y por el valor de la carrera y la profesión, por lo cual al cabo de unos años terminan cuestionándose si vale la pena trabajar 12 horas al día para inflar la cuenta en el banco o cambiar el SUV, probablemente descuidando la familia y los hijos; sumando agobio, estrés y tensión a su cotidianidad.

No es muy difícil darse cuenta que nuestra vida puede ser simplificada si tan solo nos cuestionáramos:

• ¿Tienen el armario lleno de vestidos que en ocasiones han usado unas pocas veces?

• ¿Cuántos pares de zapatos tienen? ¿Siempre lo usan todos? ¿O quizás tienen algunos que ni siquiera recuerdan poseer?

• ¿Tienen un celular normal en el bolsillo o un moderno smart-phone. ¿Saben decirme todas las funcionalidades disponibles, pero sobre las utilizan todas?

• ¿Tienen la TV vía satélite? ¿La utilizan diariamente? ¿Cuántos canales ven de manera cotidiana?

• ¿Tienen un coche potente con su ordenador de bordo, navegador gps, equipo hi-fi? ¿A menudo no se encuentran en cola para hacer pocos kilómetros, por lo tanto bien podríamos uno infinitamente más pequeño y económico?

• ¿Van al restaurante (y también en la casa) y a menudo terminan dejando un cuarto de la cena en el plato? ¿A quién no ha ocurrido nunca?

No es difícil ver las cosas bajo una nueva perspectiva que nos haga notar como sería posible reducir las necesidades reales a un punto bastante equilibrado.

Pero bueno, no es este el único punto por el que he decidido hablar de Leo en este post:
En este blog dedicado a mis viajes, a reflexionar y a compartir experiencias se reúnen personas de grandes ciudades que sueñan con mudarse a islas pequeñas, lejos del estrés; por lo cual quisiera apuntar que Leo, quien siempre ha vivido sobre una pequeña isla de los trópicos, después de haber tenido éxito y ser cortejado por algunas editoriales, ha decido trasladarse a una gran ciudad el próximo verano: San Francisco. En su blog no se explica el por qué… pero alguna idea tengo al respecto sustentada en muchos isleños a los cuales les encantaría trasladarse a la Europa de las grandes ciudades.

Las personas de las grandes ciudades lo considerarían loco por dejar el clima, el mar y la tranquilidad pero los isleños considerarían locos a quienes viven en una gran metrópoli con sus atracciones, variedad de espacios… para trasladarse a una pequeña isla. Así, todo es cuestión de perspectiva, cuestión de costumbres y de necesidades que están sustentadas en el medio en el cual hemos crecido. No obstante, y como punto final, considero que el cambio en el estilo de vida es posible, tanto en un entorno como en el otro, todo depende de cómo asumamos nuestras necesidades y el camino por el cual optemos para satisfacerlas.

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Foto de portada: Tirarescott