Cuántas veces mis alumnos me preguntan Profe: ¿Para qué sirve la historia? ¿Para qué estudiarla? Y sin pensar exponen sus respuestas, es aburrida, no le encuentro sentido, muchos datos viejos para que, nadie de los que hablamos vive, ect, ect.
A más de uno de ellos les debe dar un buen dolor de cabeza el saber que deben estudiarla obligatoriamente sin importar sus verdaderos gustos pedagógicos, pero lo que quiero intentar con esta líneas es dar una breve opinión sobre por qué es importante conocerla; lo vital que resulta para la humanidad, para la cultura propia y ajena, puesto que la historia es la condición de nuestro paso por este mundo, nos hace ver en esos hombres que contamos sus hazañas, miserias y rasgos que forman parte de los atributos que nos pertenecen como humanos.
Si nos transportamos en el tiempo veremos que nuestros padres culturales, los griego, ya sabían del valor de la historia al formar una identidad nacional, cultural y por lo tanto humana.
Historia no es memorizar, ni empeñarse en recordar una serie de nombres y fechas, esa es una actividad inútil que ya está desusada en la enseñanza de esta ciencia, eso estaba en el amanecer de esta ciencia.
Hoy se enseña los contextos históricos, los periodos, la historia cotidiana; ya no estudiamos la historia decimonónica en la que una persona era inteligente por el solo hecho de recordar el número de alpargatas que usaba Juan Manuel de Rosas o con cuantos caballos había llegado Napoleón a Egipto; eso lo podemos encontrar en cualquier crónica, el dato por el dato mismo sin un contexto no tiene sentido se recuerda un par de días y luego se olvida.
La memoria no es un disco rígido frio a la cual la llenamos de datos y listo. Los datos aislados no tienen sentido en el aprendizaje si vemos a la historia así se hace aburrida, pesada y sin sentido cultural y pedagógico. La Historia es un balance de lo que seres iguales a nosotros hicieron en épocas pasadas.
Estudiar historia implica un profundo compromiso con el pensamiento crítico y dialógico, el cuestionamiento permanente de la sociedad en el presente, ella nos invita a ser mejores con los hechos del pasado aunque no siempre se logra pero hay que intentarlo por eso somos docentes, por eso todos creemos en el valor de estudiar y aprender.
El tema de la identidad, aprendizaje y de la ciencia histórica en los años de las nuevas tecnologías y globalización no tiene que perder vigencia, la historia día a día se hace, acompaña y transforma a los hombres, la historia no murió ni morirá porque si muere, muere el ser humano como tal. Con ella hacemos vivenciar nuestro pasado para un mejor presente, aprender y enseñar historia es un concepto que cada día cobra utilidad para poder entrar a entender, respetar y valorar por ejemplo las aulas interculturales y la historia es la ciencia que nos hace enseñar las riquezas de cada cultura, nos hace ver distintos e iguales a la vez.
Herodoto de Alicarnaso padre de esta ciencia vio que la musa Clío lo iluminaba en este importante recorrido humano-cultural con sus viajes a través del mundo conocido de aquella época por el 500ª/c.
El ser humano desde que aprendió a leer y escribir empezó su alianza interminable con la historia, esta actividad nació hace más 5000 años. La historia nos cuenta qué es importante en nuestro mundo y cómo ha llegado a serlo, es explicar el presente. Es dar luz sobre los hechos humano. Muchas veces esos hechos fueron inimaginables para el común de la gente y los profesores de historia debemos enseñar que no tenemos la bola de cristal para ver el futuro pero si podemos dar las pautas para no cometer los mismos errores .
No hay ciencia más cercana, más encaminada a ser llamada maestra de vida como decía Cicerón que la historia. La historia en nuestro libro de vida contado por algunos de nosotros y dejada en forma escrita, visual u oral para memoria sapiencial.
Ella como ciencia nos enseña el recorrido por la vida cultural, con ella vamos de la mano en el paso de nuestra vida por este mundo; es la voz de la conciencia que está presente desde antes de nacer y luego también. Como nadie la historia nos muestra nuestros errores pero también, nos educa y enseña.A quien no le gusta saber quiénes eran nuestros antepasados, hurgar en nuestra propia historia personal, saber cuando nació nuestro cantante favorito, cuando se fundó nuestro club de football o en qué año se ganó el último mundial de football. Por lo tanto no es una ciencia aburrida, es la única ciencia que une el pasado con el presente, es dinámica, cada dia se renueva para transformar.
Nos enseña un pasado por los propios esfuerzos del hombre por ser mejor pero también nos muestra la peor cara que podemos tener como humanos, pensemos y veamos que somos capaces de hacer cuando organizamos una guerra, un genocidio, tiramos bombas, todo en nombre de la propia historia, ect. En un instante nos muestra el horror de la muerte sin sentido como es una guerra y al otro momento nos enseña una historia de vida como por ejemplo de Ghandi o Mándela.
Las aulas son laboratorios en los cuales el docente debe investigar para buscar las mejores opciones para un mundo mejor, la clave es el aula para valorar la enseñanza de esta ciencia en beneficio de la humanidad. Debemos escuchar el lenguaje del aula así incluiremos a los alumnos a que les gusta historia.
La historia siempre marca al mundo porque tiene un carácter universal y por lo tanto deja un sello en las personas; después nosotros individualmente podemos variar nuestro rumbo.
Todos formamos parte de la historia por que el pasado no ha muerto; permanece presente en el mundo que nos rodea; nos pertenece a todos y por lo tanto, tenemos todo el derecho de conocerlo, para no tener un mundo que no solo se mueva en forma lineal por que no quiero un mundo que se mueva en sentido animal como nos está sucediendo.
Estudiar historia es saber tejer sobre los hilos de la humanidad por que no se puede vivir en la oscuridad por falta de historia.
Colegio San Cayetano de La Plata. Historia. www.elarcondeclio.com.ar
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