Revista En Femenino

Progenitores con trastorno límite de la personalidad: los cuatro tipos

Por Lucy Chibimundo @chibimundo

Desde que me dieron el diagnóstico de Trastorno límite de la personalidad (TLP) conocido en inglés como Borderline personality disorder (BPD) he tratado de investigar y aprender más sobre ello.

Entre los muchos temas que investigo está el de maternar teniendo un trastorno de salud mental: ¿Cómo enfrentan los progenitores con trastornos mentales la tarea de educar?

¿Y sabes qué? Hay muy poca información.
Sobre vivir en general y maternar con TLP en particular.

Cuando encuentro información al respecto suele ser en inglés. Por eso a partir de ahora en vez de leer y quedarme con la información “para mí” la iré trayendo al blog traduciendo lo que vea importante y dejando mis reflexiones al respecto.

¿Este es el nuevo contenido de Chibimundo?

No prometo que haya muchos artículos de este tipo ni publicarlos a menudo.

Cuando leo “para mí” no necesito el dato exacto o guardar el link a la fuente porque tomo los datos con pinzas según de donde los leo o no les doy importancia. Para el blog sí hago esa búsqueda extensiva. Sé que muchas personas no necesitan esa fuente, pero creo que es lo mínimo que debo ofrecer si quiero ser seria.

Pero tiene su contraparte. Leer demasiado sobre el trastorno me causa ansiedad. Hay muchas personas contando sus experiencias y algunas son terribles. Leer experiencias de hijos que sufren por sus madres con TLP me duele en el alma por esas personas y por el futuro que no puedo prever.

Y es que por mucho que a algunas personas les guste tachar a los pacientes con TLP de “malas personas” y se llenen la boca diciendo que “no tienen empatía” leer esas historias duele.

Y por encima de traer información al blog está mi propia salud mental.

El “género” borderline (TLP)

La prevalencia en la población general del trastorno límite de la personalidad es baja, está en torno al 2%. Dentro de ese porcentaje de personas que lo padecen la proporción mujeres/hombres es de 3:1 es decir que el 75% de las personas diagnosticadas con este trastorno son mujeres.

Es por estos datos por lo que la mayoría de las investigaciones e información que podemos encontrar se refiere a madres y deja a los padres en un segundo plano.

A pesar de ello parece ser que los cuatro tipos de los que voy a hablar son aplicables a cualquier persona independientemente de su género y por eso hablaré de progenitores.

El trastorno límite de la personalidad o borderline personality disorder no es cuestión de mujeres u hombres, ni de niñas o niños, sino de personas.

¿De dónde salen los cuatro tipos de progenitores?

Esta categorización la creó en su momento la doctora Christine Ann Lawson y desarrolló su teoría al respecto en el libro “Understanding the Borderline Mother: Helping Her Children Transcend the Intense, Unpredictable, and Volatile Relationship” que en español sería algo como: Comprendiendo a las madres Límite: ayudando a sus hijos a trascender la intensa, impredecible y volátil relación con ellas. Es del año 2000 así que ya tiene su tiempo pero a pesar de ello se va bastante de precio. Se pueden consultar bastantes páginas de forma gratuita (y legal) en:

Lo hay en inglés y otros idiomas pero no en español así que a continuación traduzco (de forma nada profesional) algunos fragmentos para tener una idea de lo que comenta la autora en el libro.

Aclaraciones sobre la clasificación:

Quiero dejar claro que a pesar de que el libro tiene a las madres y a los hijos como centro desde el título he encontrado que la propia autora dice que sus descripciones se pueden aplicar a ambos géneros y a todo tipo de relaciones.

Evidentemente el comportamiento de los progenitores con sus hijos e hijas tiene una mayor trascendencia porque los peques no tienen medios ni habilidades para protegerse a sí mismos.

Además los progenitores somos esa figura de referencia adulta y si padecemos algún tipo de trastorno nuestros comportamientos disfuncionales o lesivos se convierten en su ideal, lo cual puede resultar muy dañino.

Al final del día eres el espejo en el que ellos se miran y se inspiran para crecer.

Progenitores con trastorno límite de la personalidad: los cuatro tipos

¿Cuáles son los cuatro tipos de progenitores TLP o borderline?

En su libro Christine Ann Lawson hace cuatro grupos de madres límite:

  1. La bruja (sadismo) – Witch (sadistic)
  2. La reina (control) – Queen (controlling).
  3. El ermitaño (miedo/evitación) – Hermit (fearful/avoidant).
  4. Abandonado/Vagabundo (indefensión) – Waif (helpless)

Dentro de esta categorización se pueden hacer dos “equipos”:

  • “Reinas y Brujas”: son más funcionales (esto es que se adaptan mejor a un comportamiento normativo) por lo que se dice que actúan de forma “invisible“.
  • “Ermitaños” y “Abandonados/Vagabundos”: son menos funcionales, se dice que actúan de forma “convencional” en cuanto a lo que alguien esperaría de una persona con ese trastorno, sus conductas son más visibles.

A pesar de las divisiones ya sean equipos o grupos los progenitores con TLP pueden tener características de diferentes categorías, no son cajones estancos.

Progenitores con trastorno límite de la personalidad: los cuatro tipos

Progenitores tipo bruja (sadismo).

Pensamientos:

Han crecido en un entorno que “requería una completa sumisión a un cuidador hostil o sádico” de forma que perpetúan el ciclo actuando cruelmente con los demás, especialmente con aquellos que son demasiado débiles, jóvenes o impotentes para hacerlo por sí mismos.

Inconscientemente las brujas se odian a sí mismas por lo que sus pensamientos van en torno a ese tipo de ideas.

Emociones:

No tienen remordimientos después de actuar de una forma horrible. Muestran más interés en su propio bienestar que en la posibilidad de haber herido a otros.

Los desencadenantes incluyen celos, críticas, traición, abandono, sentirse excluido y ser ignorado.

Acciones y dilema central:

Es importante saber que la mayoría de los progenitores TLP no abusan físicamente de sus hijos. Sin embargo quienes lo hacen probablemente entran en esta categoría.

El abuso suele ocurrir cuando no están presentes otros adultos competentes. Por lo tanto, la persona que recibe este comportamiento abusivo puede vivir con miedo mientras todo parece estar bien en el mundo exterior.

Los progenitores bruja quieren poder y control sobre los demás para que no los abandonen. Cuando se desencadena el miedo al abandono pueden volverse brutales y llenos de rabia, incluso castigando o hiriendo a los miembros de la familia que se interponen en su camino.

Son más resistentes al tratamiento: no permiten que otros ayuden y la fuente de odio hacia sí mismos es muy profunda.

Pensamientos, emociones y acciones típicas de los miembros de la familia:

Cumpliré con lo que la persona con TLP quiere.
Es inútil resistirse.

Las víctimas viven con miedo, mientras los que podrían protegerlas viven en negación o no se enteran de lo que ocurre.

El entorno trata de no provocar al progenitor tipo bruja. Pero su comportamiento no aparece en relación a los otros sino que se los desencadenantes son internos por lo que la estrategia no funciona.

Efecto del comportamiento del progenitor bruja en los peques:

Los peques viven aterrorizados por los caprichosos estados de ánimo del progenitor. Son el “daño colateral” de una guerra secreta que no empezaron, no entienden y no pueden controlar.

Los ataques son aleatorios, intensos y crueles. Los peques niños automáticamente piensan que son culpables y pueden sentirse avergonzados, deprimidos, inseguros, disociativos e hipervigilantes.

Como adultos pueden tener múltiples dificultades consigo mismos, con las relaciones, con las enfermedades físicas e incluso desarrollar un trastorno de estrés postraumático.

Progenitores con trastorno límite de la personalidad: los cuatro tipos

Progenitores tipo reina (control).

Pensamientos:

“Quiero más atención. Merezco más atención.
Por cierto, ¿qué has hecho por últimamente?”

“Mis hijos deben satisfacer mis necesidades, no al revés. No me quieren ni me respetan si no están de acuerdo conmigo, si van en contra de mis deseos o si tienen necesidades propias“.

Sentimientos:

Estos incluyen el sentirse legitimados en sus conductas. También sentimientos de precariedad, vacío, ira, frustración o soledad por la privación de su propia infancia. Son impacientes y tienen una baja tolerancia a la frustración. También empujan los límites de los demás sin arrepentimiento ni reconocimiento.

Acciones y dilema central:

A los progenitores reina les impulsan los sentimientos de vacío, cuando son incapaces de calmarse, hacen lo que sea necesario para conseguir lo que creen que merecen, incluyendo el chantaje como revancha.

En un principio pueden impresionar a otros con sus habilidades sociales. Pero cuando los “amigos” ya no pueden cumplir, los eliminan sin pensarlo.

Son capaces de idear formas de manipular sofisticadas (al contrario que otras formas de defensa más primitivas de otros tipos) para conseguir lo que desean.

Pensamientos, emociones y acciones típicas de los miembros de la familia:

No puedo satisfacer las necesidades de esta persona. No es suficiente con dar lo mejor de mí.
¿Cuándo me toca a mí tener necesidades? (Mejor no decir eso o me dejará).
¿Por qué todo es siempre sobre esa persona?
Si la gente supiera de sus verdaderas acciones, seguro que se sorprenderían.

Los miembros de la familia que el progenitor reina avergüenza, ignora o presta atención superficial aprenden que su valor depende de cosas externas (coches, títulos importantes).

La autoestima de estas personas sufre, especialmente entre los que se aíslan. Con el tiempo, acaban sintiéndose usados, manipulados y enfadados (con el progenitor y consigo mismos) por rendirse y ceder de tal forma que ya no se reconocen a sí mismos.

Estas personas suelen ceder a los deseos del progenitor reina porque es más fácil que establecer o mantener los límites personales. Aquellos menos asertivos son vulnerables a las maniobras de distorsión (por ejemplo gaslighting), reacios o incapaces de protegerse a sí mismos o a otros.

Efecto del comportamiento del progenitor reina en los peques:

Los peques son una audiencia de la que el progenitor reina espera amor, atención y apoyo cuando lo necesite. Los peques se sienten confundidos y traicionados cuando su comportamiento normal veces es castigado (de acuerdo a las necesidades del progenitor en el momento).

Estos progenitores no permiten o ayudan a los niños a convertirse en individuos (desalientan la autonomía llegando a castigarla).

En algún punto los peques pueden imitar el comportamiento que ven, de esta forma nace una nueva generación con trastorno límite de la personalidad.

A medida que los niños crecen, el conflicto con el progenitor aumenta. En el fondo anhelan aprobación, reconocimiento, consistencia y ser amados incondicionalmente por quienes son, no por sus logros.

Progenitores con trastorno límite de la personalidad: los cuatro tipos

Progenitores tipo ermitaño (miedo/evitación).

Pensamientos:

“Es un mundo de locos y soy la única persona racional”.
“Ahí fuera todo el mundo se preocupa solo de sí mismo, no hay ningún lugar seguro“.
“La gente siempre termina traicionándome, debo estar alerta a las pistas o a los significados ocultos en cosas que otros consideran inocentes.”

Sentimientos:

Están aterrorizados por no tener control, el miedo a ahogarse en el desorden les impide conseguir consuelo. No es de extrañar que vean un desastre potencial en todas partes. Toman la crítica como una condena global de sí mismos y hacen depender su autoestima del trabajo y los pasatiempos. Su vergüenza interior se expresa a través de la crítica continua de los demás (hacia sí mismos).

Acciones y dilema central:

Su armadura hace que parezcan confiados, decididos, independientes, e incluso socialmente elegantes. Pero es una ilusión. Como muchas otras personas con TLP, los ermitaños muestran una cara al mundo y otra a todos los demás. Los familiares cercanos experimentan “desconfianza, perfeccionismo, inseguridad, ansiedad, rabia y paranoia”. Ellos sostienen que todos tienen el mismo ideal de perfección, castigando a los demás con rabia o dejándolos fuera. Temen perderse a sí mismos, lo que se traduce en cierta posesividad sobre sus pertenencias.

Pensamientos, emociones y acciones típicas de los miembros de la familia:

“Como dice el progenitor, el mundo es inseguro y no debería arriesgarme a confiar en la gente”.
“Necesito proteger a la persona del terror del mundo exterior.”
“Soy una persona fiel y leal y nunca dejaría que la persona con TLP se valga por sí misma.”
“Me siento atrapado y aislado por el miedo del progenitor.”
“Tengo problemas para confiar y cometer errores porque sé que me dirá: te lo dije”.
Renuncio a mi vida social porque es muy difícil mantenerla y ser una persona útil para mi progenitor, que no quiere salir o hacer amigos.”
“Pondré excusas por la persona con TLP, de esa forma nadie sospechará sus verdaderos problemas.”

Efecto del comportamiento del progenitor ermitaño en los peques:

Durante su edad adulta, sufren muchas enfermedades derivadas de la sensación de encierro como ataques de pánico o fobias relacionadas.

Los niños que no se animan a explorar y aprender pueden ponerse ansiosos cuando se enfrentan a nuevas situaciones. Es posible que no aprendan o desarrollen las habilidades adecuadas para enfrentarlas, que renuncien al control con demasiada facilidad, que les cueste confiar y que sean menos capaces de alejarse naturalmente de sus progenitores.

Progenitores con trastorno límite de la personalidad: los cuatro tipos

Progenitores tipo abandonado/vagabundo (indefensión).

Pensamientos:

“Soy una víctima inútil. Quiero ser amada y protegida, pero no soy digna de ello”.

Su filosofía de vida sería algo como: El vaso no sólo está medio vacío, sino que está a punto de derramarse por todo el suelo que acabo de fregar.

Sentimientos:

Indefensión, desesperación y desesperanza. La rabia puede ser enmascarada por la tristeza y la depresión, pero liberada por el rechazo o el abandono. Distorsionan sus propios errores o decepciones, de forma que acaban con aún más vergüenza. Se sienten vulnerables, defectuosos, ansiosos, malhumorados e irracionalmente temerosos.

Acciones y dilema central

Buscan a otros para “salvarlos”, pero a la larga rechazan la ayuda porque dentro del sentimiento de impotencia se sienten seguros. Irónicamente, si desconfían de todo el mundo y no dejan que nadie se acerque, mantienen el control y nadie puede abandonarlos o decepcionarlos. Pueden autolesionarse para expresar su vergüenza, pero son capaces de enfurecerse si se sienten rechazados o abandonados. No piden lo que necesitan y luego parecen mártires porque los demás no pueden leer su mente y cumplir con sus exigencias. Pueden tener ataques de llanto y ser incapaces de dar amor y cuidar a los demás.

Pensamientos, emociones y acciones típicas de los miembros de la familia

“Cuanto más grande es el sacrificio, más demuestro que amo a la persona con TLP.”
“El progenitor necesita desesperadamente ayuda, así que debo salvarlo, pase lo que pase.”
“Mis necesidades no son tan importantes como las de esta persona.”
“Si aprendo lo suficiente sobre el trastorno límite de la personalidad, puedo curarla.”
“Me gusta que me necesiten, pero a veces me siento abrumado por lo mucho que me necesita mi progenitor.”
“Me confundo y me frustro cuando rechaza mi ayuda.”
“Su comportamiento no es tan anormal. Puedo manejarlo y los niños también”.
“Siento que abusa de mí, y mi autoestima no era tan alta para empezar.”
“Intento ayudar, pero me rechaza una y otra vez.”
“Si un método para lidiar con esto no funciona, seguiré intentándolo. Eventualmente tendré éxito.”
“Soy incapaz de proteger a mis hijos o a mí misma de este comportamiento.”

Efecto del comportamiento del progenitor abandonado/vagabundo en los peques:

Los peques se sienten enojados, asustados y solos. También pueden sentirse como fracasados por no hacer feliz al progenitor, o pueden seguir intentándolo hasta la muerte de éste.

Esta implicación emocional (incapacidad para separarse) puede dificultar las relaciones al crecer, que pueden estar llenas de dependencia. Puede volverse cínico, tener tendencia a enfadarse fácilmente y sentirse manipulado o convertirse en niñeras demasiado responsables que buscan una aprobación evasiva.

El mensaje que reciben es que la vida es algo que hay que soportar hasta la muerte. Suelen estar tan sobreprotegidos que encuentran desconcertante la autonomía.

Progenitores con trastorno límite de la personalidad: los cuatro tipos

Reflexiones sobre los cuatro tipos de progenitores con TLP:

Hay un montón de información negativa en este post sobre las personas que viven con TLP así que antes de irme quiero hacer unas pequeñas reflexiones al respecto para que, si has llegado leyendo hasta aquí (gracias) no te vayas con la idea de que son malas personas.

Un punto importante de este artículo es cómo afectan los comportamientos de esa persona con TLP a los familiares y a los peques, estos últimos aprenden de lo que ven y modelan a partir de nuestras acciones como padres. Si viven en un entorno inseguro (generado por las conductas de la persona con trastorno) y su modelo tiene conductas dañinas para sí mismo o para los otros… se perpetúa el ejemplo.

Muchas personas padecen TLP porque salen de infancias dañadas. No se despiertan un día y dicen voy a manipular a mi pareja para que haga lo que yo quiero. Han aprendido a lo largo de los años que ese comportamiento es la única herramienta que tienen para evitar ser abandonados porque han interiorizado ideas como “no merezco amor”.

Por esto la terapia funciona. Un buen terapeuta te ayuda a ver los fallos de ese tipo de ideas o a luchar contra los pensamientos intrusivos que se han generado durante años. Se puede hacer una reestructuración en la que aprendas a valorarte por ti misma y no por tus logros o lo que otros opinen de ti. También te enseña estrategias y herramientas para enfrentar situaciones con conductas que no sean dañinas para tí misma o los demás.

Y por favor no quiero que quede en el olvido que las personas con TLP tenemos una alta tasa de comorbilidad, es decir que además de TLP se suelen dar otros trastornos a la vez como: depresión, ansiedad, fobias, trastornos de la alimentación o adicción a sustancias. De forma que se complica mucho más tanto vivir como tratar de adaptarse a la vida (es decir, ser funcional).

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Está en inglés y la puedes descargar en PDF.

No soy traductora. La información que he plasmado en este post la he tomado del inglés y he adaptado como he tenido a bien por lo que si encuentras algún fallo o error por favor dímelo (comentario, mail, RRSS) para poder subsanarlo, gracias.


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