Prometheus, Piratas, Martha Marcy May y más películas de verano

Una criatura de H. R. Giger

PROMETHEUS, del amado Ridley Scott, es como una noche de juerga: tiene una cosa buena y, luego, otra mala. La buena es el aspecto visual, rutilante y muy satisfactorio. Lo malo es el guión, la historia de ciencia-ficción. Sencillamente, no hay cuento alguno. Muy probablemente, por razones presupuestarias, Ridley Scott echó mano de los guionistas de Águila Roja, y claro, la cosa pierde color y sentido y hasta sensibilidad. Buenas ideas iniciales que son lanzadas al cubo de la basura con el grado de remordimiento con el que un tipo de abundante vello nasal lanzaría un pañuelo de papel tras un largo y prolongado resfriado, que no verano. Ir sí, pero a sabiendas.

Un lugar agradable para tomar un gin-tonic.

¿Un sufón de Antigua Vamurta?

¿Pequeñas sorpresas agradables de Prometheus? La arquitectura orgánica de nuestros padres y esa actriz que parece levantarlo todo, Noomi Rapace, la Lisbeth Salander de Millennium. Sencillamente, ésta si que promete.

Naoomi Rapace, más conocida como Lisbeth Salander.

 De Chicken Run sólo quedan Cuatro Plumas. La peli de niños PIRATAS me resultó previsible, llena de lugares comunes y, ¡oh, pecado!, aburrida hasta el asco. Mi hija disiente, eso sí. ¿Qué decir de los críticos de los medios convencionales que la califican de obra maestra? Joder, que les vayan bien las vacaciones en Barbados pagadas por la productora. Vergonzoso. Me huelo que Brave es de lo mejor de cine de niños de este verano que languidece. Si queréis opiniones fiables y bien cimentadas, recomiendo las entradas sobre la peli en los blogs de “El Otro Viento” y “Adalides”.
MARTHA MARCY MAY MARLENE, de Sean Durkin, es una rareza. Con momentos tediosos, me pareció, compaginados con otros de alta intensidad dramática y un puñado de imágenes fascinantes. Un cine de planos intimistas y velocidad propia del cortacéspedes de The Straight Story (Una historia verdadera), aquel sorpresón que dejó David Lynch, también bienamado.
Muy interesante la reflexión sobre la soledad, la familia y sobre la innata necesidad de pertenencia, en este caso a una secta (una forma de tribu poco recomendable), cuyo líder no deja ni un ápice maculado. Premio para ambos protagonistas. Qué saludable son las nuevas caras en cine y en televisión.

Por si no llegas a fin de mes...

A los Vengadores marvelianos, Barmans góticos y Soporíferos Opúsculos los esperaré en casa, mando en mano, rezando que los cielos cinematográficos del otoño sean benignos, aunque la única estrella que veo relucir sea invernal y navideña. El Hobbit. Y si alguien ve otra luz, que se muestre...

Prometheus, Piratas, Martha Marcy May y más películas de verano