Revista Cine

Prometheus. Precuela de Alien sin Alien

Publicado el 05 agosto 2012 por El Ninho Naranja @NinhoNaranja

Desde que se supo que Ridley Scott (‘Blade Runner’, ‘Thelma y Louise’) estaba preparando un nuevo proyecto llamado Prometheus (pronúnciese “promicius”), se especuló con la posibilidad de que se tratase de una precuela de ‘Alien’, lo que significaría el regreso del director a la saga tras haber dirigido únicamente la primera entrega. Esto, unido a una magnífica campaña de promoción en Internet, llena de material exclusivo como el spotpublicitario del robot David 8 y el discurso de Peter Weyland(interpretado por Guy Pearce) en las TED Talks cuando es joven, han hecho que este producto se vendiese solo.

Sin embargo, una vez estrenado en cartelera, la crítica está recibiendo la cinta fríamente por su guión y personajes. Además, los seguidores del “entrañable” xenomorfo esperaban más de una precuela de la saga.

Prometheus

La primera pregunta que surge en la mente del espectador potencial es “¿se trata de una precuela de ‘Alien’ sí o no? Y la respuesta es: “sí pero no”. No estamos ante una película que al acabar nos deje justo donde empieza la primera entrega, como la reciente precuela de ‘La Cosa’; o que encaje perfectamente en el universo expandido de la saga, tal y como ocurría en la nueva trilogía de ‘Star Wars’. Al parecer, Ridley Scott le dijo al guionista Damon Lindelof (sí, el odiado por muchos por ser el guionista de ‘Perdidos’) que quitase, o disfrazase, todos los elementos Aliens de la trama. También he oído que fue Lindelof quien se lo pidió a Scott.

En cualquier caso, vayan a ver ‘Prometheus’ como una película de ciencia-ficción con tintes de terror, ni más ni menos. Los fans de ‘Alien’ encontrarán algunas referencias a la saga, como la Weyland Corp y su robot. Los más puristas, eso sí, se disgustarán ante ciertas licencias. Hay conexiones, pero en general el film plantea más preguntas, y no sólo metafísicas, de las que resuelve. Lo que sí se repite es cierta estructura en la historia y los roles de los protagonistas.

Cartel de la película

(c) 2012 Brandwine Productions, Scott Free Productions y 20th Century Fox

Como película en sí, contiene las virtudes y defectos de cualquier cinta de Ridley Scott. Por un lado la factura artística de la cinta es impecable, tanto en decorados como en fotografía y exteriores; y el 3D es de los que ayudan a sumergirse en la historia. El casting en general está correcto dentro de sus papeles, destacando a Michael Fassbender. Por el otro, el guión no resulta muy convincente, más allá de que se meta en camisa de once varas al plantear un posible origen extraterrestre de la raza humana. Los personajes son, en primer lugar, muchos: 17 tripulantes en la nave, muchos de ellos anodinos o prescindibles. Es normal que no queden bien definidos. Además, sus motivaciones carecen de lógica. Por ejemplo, una expedición científica necesita una serie de protocolos y no es normal que cada uno actúe a su antojo en determinados momentos.

Las dos horas de duración se hacen largas, en especial la segunda mitad. Algunas partes podrían haberse resumido. Algunos hablan de que la escena del prólogo es confusa  y quizá innecesaria. En mi opinión, no sobra en la cinta y al final acaba entendiéndose. Lo que sí sobra es el epílogo, creado ex profeso para el fandom acérrimo y que no aporta nada.

¿Y qué pasa con el space jockey? Sí, la misteriosa figura de la primera entrega de ‘Alien’ aparece en la película, pero tendrán que ver la película para saber de qué se trata.


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