
Las isoflavonas, como los lignanos de la soja, se asemejan estructuralmente a los estrógenos u hormonas humanas. Durante el período fértil de la mujer, la sobreexposición a los estrógenos puede causar cáncer de endometrio, de ovario o de mama. Los estrógenos vegetales de la soja pueden reducir el riesgo de que se produzcan estos tipos de cáncer. La genisteína, estrógeno vegetal de la soja, se está empleando en Reino Unido para prevenir el cáncer de mama y para tratar a mujeres ya afectadas. En Japón, donde ingieran entre 20 y 50 mg diarios de estrógenos vegetales, el riesgo de padecer cáncer de mama es entre 5 y 8 veces menor que en Europa Occidental, donde la ingesta media es de 1 g diario.En las mujeres premenopaúsicas, los estrógenos vegetales de esta planta ayudan a reducir los efectos de la menopausia y durante la misma ayudan a reducir la intensidad de los síntomas menopaúsicos como los sofocos. También previenen la osteoporosis.

Los derivados de la soja como la bebida de soja o el tofu son alimentos muy interesantes para personas con intolerancia o alergia a la lactosa o proteína láctea.Los estudios realizados permiten concluir que en personas con alto índice de colesterol, al reemplazar todas o parte de las proteínas animales de su dieta por proteínas de soja, tanto el índice total de colesterol como el de colesterol LDL (colesterol malo) se reducen considerablemente. El consumo de soja integrado en un plan de alimentación variado es beneficioso para la salud tanto en adultos como en niños.
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