El centro de vacaciones Prora edificado, por orden de Adolf Hitler, entre 1936 y 1939 está situado en la isla de Rügen, en el mar Báltico. La Segunda Guerra Mundial impidió que el complejo fuera terminado y nunca tuvo visitantes que lo disfrutaran.
Debía dar servicio a 20.000 personas, pero cuando se habían construido ocho edificios, el proyecto fue abandonado y sus trabajadores fueron trasladados a Peenemunde a trabajar en la construcción de las instalaciones de producción de las bombas V-1 y V-2. El complejo Prora estaba concebido como una forma de recompensar a los trabajadores del III Reich. El complejo turístico nazi ocupa en la actualidad unos cuatro kilómetros de playa.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial fue ocupado por el Ejército Rojo que pretendía dinamitarla, pero finalmente la convirtió en una base militar y desapareció de todos los mapas. Un museo muestra la historia de Prora que, después del Muro del Atlántico era proyecto de construcción más grande de Hitler. Los nazis consideraban el ocio como un aspecto más de la actividad humana regida por el partido.
En 2012, una gran parte de este complejo hotelero fue adquirido por 3,5 millones de dólares para convertirse en un hotel de lujo. Algunos de los edificios los quieren rehabilitar como hogares de ancianos. Aún quedan en pie una sala de conferencias, un teatro, un hospital y un centro de adoctrinamiento de la Juventudes Hitlerianas aunque deteriorados por el paso de los años y los vándalos.
Fuente:
El Correo
Daily Mail
Wikipedia