Durante muchos años los caminos de ripio eran habituales en varias rutas de Argentina. Incluso algunas nacionales, en especial en la Patagonia. No quiere decir que los caminos de ripio no existan en la actualidad. Entonces una manera de proteger el parabrisas era mediante un tejido metálico. Sin embargo hubo otra alternativa: el protector de plástico.
El protector G.H. que fabricaba la empresa Atilio O. Gonet de la calle Bartolomé Mitre 585, de Ramos Mejía en la provincia de Buenos Aires, era de material plástico. Al parecer, aunque el aviso agrupado no lo menciona, era de acrílico.
Se adhería al parabrisas del automóvil mediante ventosas, que estaban atornilladas al material plástico del protector. No sé el grado de efectividad que tenía. Además venía en dos mitades para una mejor colocación. En el aviso se mencionaba que había distintos modelos para cualquier tipo de vehículo.
Tengo la vaga idea de haber visto colocado un protector de este tipo en alguna ocasión. Claro que cuando era un chico en los años sesenta. Los protectores más comunes eran los de tejido de alambre que iban montados sobre un marco metálico.
La vieja publicidad apareció publicada en la sección “Novedades a través del parabrisas” de la revista Parabrisas número 48 del mes de noviembre de 1964. Este fin de semana lo dedicaremos a “Parabrisas y algo más”.
Mauricio UldaneEditor de Archivo de autos
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