Existe algo que atrae cuando alguien está soldando, la luz, los golpes de tensión (cuando la instalación eléctrica es justita…) las chispas de los cortes de las piezas, las astillas saltando cuando se desbasta y se repasa el trabajo. En este artículo hablaré brevemente de las medidas de protección tanto para la persona que está soldando como para cualquier ayudante u observador próximo. El peligro principal lo tiene la persona con la pistola en la mano, pero igualmente la gente que está alrededor debe de respetar unas medidas de seguridad.
En un primer momento pensamos en comprar las gafas o el casco protector, pero es igual de importante pensar en comprar ropa para soldar, que sirva de protección directa contra el incendio o la producción de quemaduras por exposición directa o contacto. De esta manera cuando hablamos de un mandil de cuero para soldar, hablamos de un elemento que se convierte en la primera protección del soldador.
Otro punto importante es conocer la posición del soldador; existen situaciones , como por ejemplo soldar en alto o soldar boca arriba en las que viene muy bien disponer de un pañuelo para soldador, que protege de chapoteos inesperados.
La comodidad es lo principal en el trabajador, que puede pasarse las 8 horas de su jornada armado con herramientas altamente dañinas, casi armas capaces de quemar, irritar, cegar… por eso se presta mucha atención a la cabeza y al pecho. El aire que se genera alrededor del soldador, si el ambiente no está suficientemente ventilado puede provocar irritaciones de garganta, nariz y resto de vías respiratorias. Las imágenes que más me impactan (por ejemplo estas que acompañan el artículo, descargadas de pxhere) me llaman la atención sobre la falta de protección del cuerpo. Por esta razón es importante seleccionar una ropa que sirva como protección pasiva, que permita la fácil movilidad y al mismo tiempo garantice la seguridad del trabajador.
Cuando hablo de la protección de los trabajadores que están alrededor (asistentes o no del proceso de soldadura) hablo sobre todo de los ojos, para los que la máscara o unas buenas gafas debe de ser complemento inmediato.
Cuando se trabaja en un ambiente con buena ventilación, ojo! las chispas y partículas deben de “atraparse” antes de que lleguen a cuerpos de terceras personas, por eso es también recomendable la instalación de medidas preventivas, como lonas, pantallas o cubiertas ignífugas.
No solamente hablamos del proceso de unión de metales, sino de los cortes (oxicortes) y del frio, si!, el gas licuado puede producir riesgo de congelación por contacto. En este caso es importantísimo controlar la ausencia de personas en la vertical de los trabajos, protegiendo también con lonas o cubiertas.
Cuando nos “compramos unas gafas chulas de soldar” debemos de asegurarnos que además de la estética “Mad Max” debemos de contemplar la capacidad de las gafas de protegernos de las radiaciones no ionizantes, es decir, aquellas radiaciones visibles, infrarrojas y ultravioletas que se producen cuando soldamos u cortamos con oxicorte.
Cada método de soldadura tiene sus normas de seguridad específicas, consulta siempre las recomendaciones del fabricante, tanto para soldadura blanda, eléctrica al arco u oxiacetilénica.