El consumo forma parte de nuestro sistema económico actual el cual se basa en el crecimiento perpetuo. Para que el PIB siga creciendo, es imprescindible que los ciudadanos consuman, independiente de si este consumo es sostenible a nivel financiero o emocional. Salir de la espiral del consumo excesivo es un reto, pero no es imposible.
Reduce la exposición a la publicidad
¿Alguna vez te has preguntado por qué quieres comprar tantas cosas? ¿De dónde surgen esos deseos materiales que suelen aparecer justamente cuando paseas por el centro comercial de tu ciudad? Una potente fuente de estos deseos es la publicidad, omnipresente en los medios de comunicación, en la calle y hasta en las relaciones sociales. La publicidad es una espada de doble filo. Por un lado puede transmitir información interesante sobre alternativas y soluciones para una vida más satisfactoria. Por el otro lado induce al consumo de productos innecesarios bajo la promesa de una felicidad basada en la propiedad.
El antídoto lógico para estos mensajes contradictorios es reducir lo máximo posible las fuentes de publicidad. Será imposible escapar del todo de los mensajes publicitarios, así que no hace falta preocuparte por perderte alguna novedad. Así conseguirás de reducir el impacto de los mensajes repetitivos sobre tu subconsciente.
Televisión: ¿Qué papel juega la televisión en tu vida? ¿La enciendes como sonido de fondo? ¿La utilizas para ver tu serie favorita? ¿Para relajarte por las noches, pasando de programa en programa? Reducir tu exposición a los cortes de publicidad es un primer paso para independizarte de los deseos inducidos. Apaga la televisión cuando no estés viendo algún programa en concreto, apaga el sonido durante la publicidad y sobre todo: no la dejes como ruido de fondo, invadiendo tu cerebro con información indeseada de consumo excesivo. Un poco de música puede ahuyentar la soledad de la misma manera.
Internet: Google, facebook, Yahoo y las diversas redes de publicidad online son capaces de ajustar la publicidad a tu comportamiento para aumentar la probabilidad de que compres. ¿Te has dado cuenta de que después de comprar un vuelo a una determinada ciudad, siempre te salen ofertas de hotel en justamente esta ciudad? No es coincidencia. No es posible impedir completamente que te rastreen por la web, pero sí que es posible reducir la publicidad que tengas que ver. Con un programa como Adblock podrás visualizar paginas webs sin publicidad.
Analiza tus propias motivaciones
El segundo paso para reducir el consumo excesivo es una revisión honesta de tu motivación. Especialmente si no ha sido una compra premeditada (por ejemplo, de tu lista de los 30 dias), cuestionar tus propias motivaciones puede ser muy revelador.
- ¿Puedes nombrar 3 ocasiones en las que utilizarás el producto?
- ¿A quién impresionarás con la compra?
- ¿Quieres impresionar a esta persona?
- ¿Tienes otro producto que sirva para lo mismo?
- ¿Por qué te has decidido (ahora?) por este producto en vez de un competidor?