Más información acerca de los numerosos e incontables microorganismos que habitan en nuestro interior. En esta ocasión hablaremos de bacterias y no de hongos, en especial sobre Proteus mirabilis, un bacilo realmente molesto y resistente que muy pocos conocen, pero que causa un daño nefasto por donde quiera que va. Se trata de una de las bacterias más estudiadas hasta el momento, con una resistencia asombrosa a gran cantidad de antibióticos y drogas, provocado en parte por el abuso de medicamentos que muchos llevan a cabo durante su vida.
Mecanismos de acción de Proteus mirabilis
Proteus mirabilis se comporta de manera muy similar a Helicobacter pillori, ya que utiliza el mismo sistema. Mediante enzimas denominadas ureasas, los bacilos de Proteus mirabilis convierten la urea en amoníaco, para alcalinizar el medio que la rodea, y así seguir subsistiendo. No es su única arma, ya que también segrega sustancias que inhiben el sistema inmunológico del huésped, como endotoxinas, proteasas de las IgA y sin olvidar su gran poder aglutinante, que la hacen difícil de eliminar. La patogenia se produce cuando el crecimiento de la bacteria se vuelve desmesurado, pudiendo colonizar ciertas partes de nuestro organismo. Proteus mirabilis tiene predilección por las vías urinarias. Según los datos aportados por esta información perteneciente a investigaciones de microbiología y bacteriología, Proteus mirabilis está a la par con Escherichia coli en cuanto a infecciones del tracto urinario se refiere.
Una vez establecida, la bacteria, debido a la acción de la ureasa puede formar cristales de calcio, de estruvita (fosfato de magnesio y amonio) o de fósforo. Estos cristales, conocidos como piedras, son los culpables de las infecciones, en especial en el riñón.
Tratamiento
Al igual que otras bacterias y hongos, convive de manera natural en nuestro organismo, formando parte de la gran familia que reside en nuestra flora digestiva. Las infecciones de Proteus mirabilis pueden venir por haber ingerido agua contaminada en algunos casos, pero considero este acercamiento insuficiente, dada la gran cantidad de factores intrínsecos que giran a su alrededor. Aunque no sirva como prueba de fiabilidad, estoy de acuerdo en las aproximaciones que Jean Seignalet, en su libro de La alimentación, la tercera medicina hace acerca de esta bacteria, en relación a la poliartritis reumatoide.
Una alteración de la flora intestinal, precedida por malos hábitos alimenticios o un foco de estrés importante por ejemplo, pueden favorecer una disbiosis intestinal, que hará que el epitelio del intestino se vuelva bastante poroso, permitiendo la entrada de microorganismos y patógenos al torrente sanguíneo. Si esto se une a que la persona tiene un sistema inmunológico, parcialmente dormido o suprimido por ciertos factores (edad, enfermedad, estrés, corticoides...), encontramos una oportunidad inigualable para que muchas de las bacterias, hongos o gérmenes que habitan en nuestro intestino o que vienen de fuera a través de los alimentos, se asienten y proliferen dentro de nuestro cuerpo.
El tratamiento convencional suele ser mediante antibióticos, pero debido a la tremenda resistencia que tiene la bacteria, muchas veces son necesarias varias cargas de los mismos para neutralizarla. Estudios como éste, han comprobado la multirresistencia que ofrece Proteus mirabilis frente a los fármacos más utilizados para su eliminación. El abuso que hacemos en la actualidad de los fármacos, por culpa, en gran parte de los médicos asignados que parece que actúan a comisión, ha provocado que muchas bacterias se hagan resistentes a los mismos. No solo ésta.
Ya sabéis que los tratamientos alopáticos me parecen insuficientes en este tipo de patologías, por lo que os dejaré algunas recomendaciones que podemos llevar a cabo para impedir la proliferación de esta bacteria o en el caso más grave, facilitar la curación, todo esto, en adición a las pautas de vuestro médico.
- Suplementación con glutamina y probióticos de calidad para reestablecer la integridad del intestino.
- Eliminación de aguas cloradas y de grifo, al menos durante la infección.
- Inclusión de alimentos vegetales frescos, preferiblemente crudos, ya que contienen sustancias que inhiben el crecimiento de patógenos y hongos.
- Evitar o limitar el consumo de alimentos refinados.
- Reducir al máximo el consumo de azúcares de mala calidad.
- Terapia nutricional mediante la ingesta de minerales y vitaminas (supervisado por un profesional conocedor de la infección). Si se presenta en el riñón, hay que vigilar la cantidad suministrada de vitamina C y minerales.
- Gestión y eliminación de los focos de estrés.
En muchas ocasiones, las infecciones de riñón o de vejiga no son achacadas a la presencia de Proteus mirabilis, pero no estaría de más como siempre digo mirar más allá, antes de iniciar cualquier tratamiento, tanto natural como convencional. La visión más objetiva posible que abarque todos los factores extrínsecos e intrínsecos será el método más efectivo para identificarla. Afortunadamente, para esta bacteria con un simple análisis de orina se detecta fácilmente.
Espero que os sirva de ayuda. ¡A seguid san@s, no lo olvidéis!