Hoy hablamos de la biopsia corial. El embarazo es una de las épocas más sensibles que vamos a vivir. Donde estemos totalmente perdidas, ya que si hay algo que conocemos es nuestro cuerpo. Pero, durante las próximas 40 semanas nuestro querido cuerpo va a sufrir una serie de cambios. Qué conseguirán que no entendamos muchas de nuestras reacciones. Y no sabremos si algo va mal o es simplemente un síntoma normal del embarazo. Por suerte cada vez son más y más fiables las pruebas de diagnostico con las que cuentan los médicos para conocer tanto el estado de nuestro bebé como nuestro propio estado. Una de estas pruebas es la biopsia corial, de la que seguramente no habías oído hablar antes. Nosotros queremos intentar entenderla y saber como funciona así como las utilidades que puede tener.
¿Qué es la biopsia corial?
Primero definiremos biopsia: Cualquier biopsia consiste en un proceso por el cual los médicos extraen una muestra de nuestro interior, la cual puede ser de muchos tipos, desde bello, tejido, partes oseas… Para después analizarla con detenimiento y poder dar un diagnostico en función a lo que vean en la muestra.
En concreto la biopsia corial: Como acabamos de definir, consiste en la extracción de una serie de vellosidades coriónicas. Las cuales se encuentran en la parte externa de la placenta durante el embarazo. Las muestras nos pueden dar mucha información sobre la situación y más bien sobre la futura evolución del bebé durante el embarazo.
¿Cuándo se realiza la biopsia?
Es una prueba que se realiza relativamente pronto en el embarazo. De hecho está estimada entre la semana 10 y la 14. Aunque depende la forma en que se haga tendrá que ser una u otra semana como veremos después. Con lo que tendremos información muy valiosa desde el final del primer trimestre.
¿Por qué se hace?
En verdad la biopsia corial no se realiza a muchas mujeres embarazadas. Solo bajo petición de tu médico y por que tenga algún motivo. Al tratarse de una prueba invasiva (que tienen que entrar) conlleva una serie de riesgos que no son necesarios correr si no hay necesidad.
Como decimos, es una prueba que suele hacerse tan solo a embarazadas que tengan un historial familiar de algún tipo de problema genético. Que creamos que puede darse en el futuro bebé. Con el fin de identificarlo lo antes posible. El motivo más común por el que se realiza la biopsia de corial es para conocer si hay posibilidades de que el niño tenga síndrome de Down. O para asegurarse que no tendrá otras enfermedades tales como la Tay-Sachs (enfermedad rara que afecta al sistema nervioso del bebé), la fibrosis quística o la anemia falciformes.
podemos encontrar diversos casos por los que el médico puede solicitarnos que nos la hagamos, aunque sea totalmente voluntaria.
- Para embarazos en mujeres de más de 35 años (aunque tiene que darse algo más a parte de la edad de la embarazada).
- Si no es tu primer embarazo. Y en el anterior el niño tenia algún problema congénito o cromosómico.
- Si las pruebas de detección como las pruebas de ultrasonido… que se hacen antes nos ha dado algún dato que nos haga sospechar.
- Por casos de herencia en alguno de los padres.
La pregunta es por que podemos conocer estos datos genéticos de la biopsia corial. Debemos decir que las vellosidades coriónicas (los pelos de la placenta) forman el tejido externo que envuelve al bebé y a la placenta. Lo que quiere decir que las dos tienen la misma composición genética que las células del bebé. Por ello el análisis de estos pelos o vellosidades de la placenta nos da la posibilidad de conocer muchos de los problemas genéticos que pueda tener el bebé antes de que finalice el embarazo.
Muchos estaréis pensando que es muy parecido a la amniocentesis. Aunque nos encontramos con alguna diferencia, por una parte la biopsia corial tiene la ventaja que se puede realizar en un momento mucho más temprano del embarazo. Con lo que lo sabremos antes. Pero, por otro lado, la amniocentesis tiene la capacidad de darnos más información. Por ejemplo con la biopsia corial, no podremos saber si el niño tiene espina bífida o si el niño va a tener problemas en el tubo neuronal.
Otro inconveniente de la biopsia corial, es que el riesgo es ligeramente superior al de la amniocentesis. Alcanzando hasta el 1% de abortos espontáneos al realizarse la prueba.
Formas de hacer la biopsia corial.
Para realizar la biopsia corial tenemos dos formas diferentes de hacerlo. Por el cuello del útero o a través del abdomen de la embarazada.
Transcervical:
- Lo primero es desinfectar toda la zona para evitar riesgos de infección tras la biopsia.
- Introducimos un especulo por la vagina para encontrar el cervix.
- Con una pinza el médico accederá a la placenta. Lo normal es que utilicen a la vez una ecografía para conocer con exactitud nuestros movimientos.
- Con la pinza sacamos una muestra de las vellosidades.
- Otra forma tras-cervical, es siguiendo los primeros pasos, pero en vez de utilizar una pinza lo hacemos con una cánula de aspiración.
Transabdominal:
- Al igual que en el otro caso de biopsia corial. Lo primero es desinfectar toda la zona para evitar riesgos de infección tras la biopsia.
- En este caso tendremos que utilizar anestesia local antes de hacer la punción.
- Realizamos una punción en el abdomen de la mujer embarazada. Y como en el anterior. Mediante una ecografía vamos haciendo un seguimiento de nuestros pasos.
- Hasta llegar a las vellosidades de la placenta. Una vez puesto el trócar el médico mete una pinza para hacer la extracción del bello.
No hay muchas diferencias y que te hagan una u otra suele depender más de los gustos y costumbres del ginecólogo que nos la tenga que hacer.