Por todas las redes sociales aparecen consejos acerca de como sobrevivir al encierro, actividades para hacer on line y quejas de todo tipo a raíz del encierro.
Dado que muchas veces estas opiniones están basadas en conocimientos académicos acerca del asunto y otras veces no, decidí poner sobre el tapete algunas ideas en este artículo que pueden ayudarte a trabajar sobre la molestia de la cuarentena. Cabe aclarar, primeramente, t odas las hipótesis a continuación corresponden a sectores de la población que tienen la satisfacción de sus necesidades garantizadas durante la cuarentena. Si estás en una posición de precariedad económica, es absolutamente normal que sientas preocupación y angustia, dado que son procesos que te movilizan a buscar soluciones.
Una vez tranquilo o tranquila respecto a ello, recién podemos hablar de los siguientes emergentes:
1- Si la cuarentena te molesta demasiado, probablemente haya cosas que revisar. Es cierto que el encierro puede ser algo a lo que no estás acostumbrade. Pero no tendría por qué generar un estado de malestar mayúsculo. Roberto Salvarezza, analista de ancianos tenía una frase que decía "se envejece como se ha vivido", en contraposición a los dichos de "está viejo por eso se puso gruñón" o "está vieja y entonces ahora es más tierna". No, ya se era cascarrabias, tierna, malhumorada, egoísta, o la característica de personalidad que sea.
De la misma manera, podríamos decir, parafraseándolo "se pasa la cuarentena como se ha vivido". Si agrandás las noticias, si vives preocupado por todo, si crees en todas las fake news, eso no lo trajo la cuarentena. Ya eras así. Lo único que hizo la cuarentena fue poner en evidencia tus recursos frente a una situación que te incomoda o molesta, nada más.
2- Lo importante es sostener el deseo. Por ahí he visto algunos profesionales dando consejos para pasar la cuarentena. No está mal si a la gente le sirven pero ¿qué decimos los psicoanalistas? A los psicoanalistas no nos gusta dar consejos, por lo que en realidad tratamos de difundir principios por los cuales el aparato psíquico se mueve. En este marco podemos decir que lo que sostiene al sujeto no es el estar dentro de su casa o salir. Lo que sostiene al sujeto es el DESEO. Esta es una excelente oportunidad para hacer espacio a tus deseos. Es cierto que hay mucha gente que tiene sus objetos de deseo en el afuera (el deporte, el aire libre, etcétera). En ese caso deberá hacer un duelo por eso que por el momento no puede disfrutar, para empezar a interrogarse qué puede disfrutar en el adentro. Si encontramos cosas que disfrutemos, el encierro no es pesado ni denso, por el contrario, puede darnos espacio para hacer cosas que no nos permitimos hasta este entonces.
3- Si el encierro te molesta demasiado, probablemente estés huyendo de tí mismx. Hay muchas personas que viven en una actividad compulsiva, que necesitan estar haciendo cosas todo el tiempo. Si esta es tu realidad, de verdad será muy penoso para tí este período. Sin embargo, como analistas, podemos animarte a mirar eso que te molesta, a interrogarte. ¿Qué es lo que me pasa? ¿Por qué necesito estar haciendo cosas en una actividad frenética todo el tiempo? ¿Por qué no puedo disfrutar de la quietud? Probablemente, si preguntarte por tí mismo no te ayuda, necesites consultar con un profesional.
4- Cualquier limitación que la realidad te imponga, muestra cuáles son tus recursos a la hora de enfrentar los malestares y limitaciones en la vida. No se puede tener todo , todo el tiempo. ¿Por qué te cuesta tanto aceptar que hay cosas que por ahora no se pueden ? ¿Qué sueles hacer cuando te dicen que no a algo? Si esta es una dificultad tuya muy frecuente, podrías necesitar ayuda. Solicítala ni bien puedas.
Hasta acá algunas reflexiones.
No se pierdan nuestro próximo número, acerca de Pandemia y Psicoanálisis
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