Psicoanalistas, profetas e influencers

Recuerdo a Elsa, una paciente de 76 años, la atendí durante un voluntariado en una iglesia. Elsa llegó angustiada porque no sabía cómo poner límites a los abusos que le propinaban sus vínculos. Había sido educada para ser sumisa y aguantar lo que el otro le hiciese.

Cuando empecé a interpelar cuáles eran las razones por las que le costaba poner límites en sus relaciones, entre tantas que aparecieron, surgió una intervención bastante desafortunada de una supuesta colega: "Yo hablé esto con una psicóloga una vez, y me dijo que no me preocupara tanto y que me concentrara en todas ls cosas positivas que tenía".

Y no fue ni la primera ni la última vez que me encontré con una víctima de estas supuestas "psicologías positivas" y cuando no, del supuesto " coaching ".

Y lamentablemente, estos discursos nefastos, perversos, que intentan evadir los conflictos en lugar de enfrentarlos están llenando las redes sociales. Influencers que hablan sobre superación personal, "amarse uno", "ser uno con el universo" y un montón de discursos negadores. No hay conflicto, no hay reflexión, reniegan de la angustia y de la pregunta.

La tradición judeo cristiana, por otro lado, ha abusado muchas veces de su posición, generando conflictos irresolubles. Inoculando culpas innecesarias y maltratando a quienes tienen conflictos. De alguna manera, todos estos discursos "positivos" que mencionábamos anteriormente, pretenden ponerse en las antípodas de los discursos ligados al pecado, la culpa, la responsabilidad, etcétera.

Sin embargo, existen antecedentes en los escritos judeo cristianos, que tienden a hablar, al igual que el psicoanálisis, más de responsabilidad que de culpa e invitan, más que al latigazo medieval que no resuelve nada, a enfrentar los conflictos y superarlos.

Por ejemplo en el libro de Jeremías (si bien tiene visiones de Dios un tanto cuestionables), existe un llamado constante a la justicia social y al arrepentimiento y existe un pasaje, que podría describir muy bien a los supuestos gurúes que nos han invadido:

Ofrecen curas superficiales¿Se avergüenzan de sus actos repugnantes?Jeremías 6:14-15 De ninguna manera, ¡ni siquiera saben lo que es sonrojarse! para la herida mortal de mi pueblo.Dan garantías de paz"Tienen la cabeza herida
Desde los pies hasta la cabeza, están llenos de golpes,
Cuando vienen a adorarme,
... Aprendan a hacer el bien.
Busquen la justicia
(Isaías 1:6-8, 13, 17) y ayuden a los oprimidos.
Defiendan la causa de los huérfanos
y luchen por los derechos de las viudas." ¿quién les pidió que desfilaran por mis atrios con toda esa ceremonia?Dejen de traerme sus regalos sin sentido.
¡El incienso de sus ofrendas me da asco!
En cuanto a sus celebraciones de luna nueva, del día de descanso
y de sus días especiales de ayuno,
todos son pecaminosos y falsos.
¡No quiero más de sus piadosas reuniones! cubiertos de moretones, contusiones y heridas infectadas,
sin vendajes ni ungüentos que los alivien.Su país yace en ruinas,
y sus ciudades han sido incendiadas.
Los extranjeros saquean sus campos frente a sus propios ojos
y destruyen todo lo que ven a su paso.
La hermosa Jerusalén está abandonada
como el refugio del cuidador en un viñedo,
como la choza en un campo de pepinos después de la cosecha,
... y el corazón angustiado. cuando no hay paz.

Lo que Jeremías dice acá, es que es gente a la que no le gusta enfrentar los conflictos. Y es que no es casual, que tanto los profetas del Antiguo Testamento como los psicoanalistas de hoy en día, estemos denunciando cosas similares: que los discursos que apuestan a la "positividad", sirven para esconder la inequidad y el sufrimiento.

Son los mismos discursos que dicen que "hay que vivir en abundancia", "pensar en abundancia" "no ser derrotistas". Pasando por alto los millones de personas en el mundo que padecen por pobreza estructural y las enormes desigualdades que se viven.

Podemos citar a otro profeta del Antiguo Testamento, Isaías

Estos pasajes, hablan de gente que trataba de solucionar sus problemas con religiosidad. Tratando de aparentar que eran buenos, que ofrecían sacrificios y merecían ser prosperados.

La misma especie de "meritocracia" que solemos ver en estos gurúes de la positividad. Solo que en lugar de sacrificios hablan de "trabajo duro" y "ser positivos"

Entonces, en lugar de tratar de hacer justicia, amparar al pobre, arrepentirse y propiciar el lazo social, lo que el profeta denuncia acá, es que era gente que pretendía, imaginariamente estar bien "con el universo".

De la misma manera, estos profetas modernos de la positividad, intentan decir que tienen derecho a sus privilegios gracias a su trabajo duro. No a sus privilegios raciales, económicos, sociales y muchas veces de cuerpos hegemónicos.

Los israelitas de la época de estos profetas también creían que merecían lo que tenían por ser religiosos, no porque vivían en una sociedad injusta, tal como la nuestra.

He visto de qué manera, muchas universidades confesionales suelen tener cierta fobia al psicoanálisis porque supuestamente habla de sexo. Pero les encantan los discursos que hablen de "lo positivo" y el "desarrollo personal". Claro, es más fácil trabajar para los ricos, no denunciar los atropellos y los abusos que padecen los pobres.

Mientras que los psicoanalistas siempre estamos denunciando los abusos del poder, del neoliberalismo y la derecha, sobre todo de la derecha religiosa.

Los psicoanalistas, somos una especie de profetas a los que no se nos desea escuchar porque decimos lo mismo que los profetas del Antiguo Testamento: que vivimos en un mundo injusto. Que somos malos, y que hay que cuidar a los vulnerables propiciando el lazo social.

Gabriel Rolón dijo en una entrevista, que hay muchos sentidos en los que el psicoanálisis es cristiano. Dado que intenta que la persona se haga cargo de sus errores y los repare.

Los psicoanalistas, ¿seguiremos denunciando las injusticias sociales o nos venderemos a las psicologías que el poder quiere vendernos?

La tradición judía dice que Isaías fue aserrado dentro de un tronco...espero correr con mejor suerte.

*Foto de portada tomada de Arstation