Psicología y Prevención de Accidentes Aéreos

En las últimas décadas han sido varios los accidentes de avión relacionados con  crisis mentales de pilotos o de personal de vuelo. Por ejemplo, en 2013 un avión de Mozambique Airlines; en 1999 un vuelo de Egyptair Flight; en 1997 un vuelo de SilkAir o en 1994 un avión de la Royal Air Maroc. Sin embargo, ha sido a raíz del accidente del Airbus A320 de Germanwings ocurrido el pasado 24 de marzo, el que ha hecho saltar las alarmas acerca del protocolo que debe establecer para valorar a los aspirantes a personal de vuelo, así como un debate sobre a qué pruebas psicológicas deberían someterse.

En España, es la Dirección General de Aviación Civil la que concede las licencias y establece los perfiles psíquico-físicos que deben cumplir los profesionales de vuelo, basándose en el reglamento 1178/2011 de la Comisión Europea (reglamento que afecta a todos los países de la Unión Europea). La Organización de Aviación Civil recomienda la participación de psicólogos aeronáuticos en lo referente a Recursos Humanos. Muchas compañías aéreas cuentan con un psicólogo aeronáutico que es el responsable de analizar lo referente a la prevención de accidentes aéreos en lo que respecta a la psicología.

Psicología y Prevención de Accidentes Aéreos

La Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (EFPA) y la Asociación Europea de Psicología de la Aviación (EAAP) emitieron un comunicado acerca de la prevención de accidentes aéreos, detallando aquellas medidas necesarias para prevenirlos. A continuación, detallamos las medidas establecidas:

1. Aplicación de pruebas psicológicas de screening de los pilotos: los profesionales aspirantes a personal de vuelo son sometidos a una evaluación psicológica. Si estos tests de personalidad muestran tendencias depresivas o características psicopáticas o agresivas, el solicitante no será apto.
2. Evaluación de la salud mental de los pilotos: según la normativa, los pilotos deben tener un certificado médico válido para volar. Dichas evaluaciones del estado de salud mental de los pilotos se realizan anualmente y, una vez superados los cuarenta años, de manera semestral. Estas evaluaciones las realiza un examinador médico certificado.
3. Counseling o psicoterapia llevada a cabo pos psicólogos clínicos: los psicólogos clínicos proporcionan asesoramiento o psicoterapia a aquellos pilotos que sufran depresión o enfermedades mentales.
4. Entrenamiento en la gestión de los recursos de la tripulación: estos entrenamientos tienen como objetivo ayudar a los pilotos a superar problemas en la comunicación y a fomentar el trabajo en equipo en cabina.
5. Equipos multidisciplinares de investigación y desarrollo con especialistas en factores humanos: los psicólogos trabajan junto con ingenieros, médicos y otros expertos, para desarrollar nuevos equipamientos, procedimientos operativos o programas de formación.
6. Consideración de los factores humanos en la investigación sobre las causas de los accidentes aéreos: la participación de los psicólogos en la investigación sobre las causas de los accidentes.

Valoración de la salud mental en el personal de vuelo

Según Adela González Marín, psicóloga y presidenta de la Asociación Española de Psicología de la Aviación (EFPA), existe un protocolo en la valoración psicológica que se realiza a los aspirantes a personal de vuelo. Este protocolo incluye las siguientes valoraciones en cuanto a psiquiatría y psicología:

Psiquiatría

• Desorden psicótico.
• Desorden mental orgánico.
• Substancias psicotrópicas.
• Esquizofrenia, trastorno esquizotípico o trastorno del delirio.
• Trastorno del estado de ánimo.
• Trastornos neuróticos, relaciones con el estrés o somatoformes.
• Desórdenes de personalidades y de la conducta.
• Desórdenes debidos al alcohol u otras substancias.

Psicología

• Ante la sospecha de desórdenes psicológicos, el aspirante será remitido a un psicólogo para solicitar su opinión.
• La evaluación psicológica debe incluir datos biográficos y pruebas de personalidad.
• El psicólogo emitirá un informe al AME (Médicos Examinadores Aéreos) o al AeMC (Centros Médico-Aeronáuticos).

Adela González Marín asegura también que “los criterios básicos se definen sobre la certeza de que determinadas conductas no afectarán a la seguridad de vuelo. Si existiera cualquier duda en cuanto a este principio básico, se debe realizar un informe y comunicar a las autoridades pertinentes su desprogramación inmediata”.