Psicosis postparto

La psicosis postparto es un problema que afecta a una de cada quinientas mujeres embarazadas, y con un gran riesgo, puede poner en peligro al bebé. Está constatado y aceptado que el embarazo y el parto provocan cambios fisiológicos, químicos y psíquicos en las mujeres, hemos hablado en varias ocasiones sobre problemas como la depresión postparto u otros de tipo conductual que parecen ser aceptados a nivel cultural como algo unido al embarazo.

Sin embargo, la psicosis postparto va más allá, es el peor caso o enfermedad severa mental que se puede sufrir y derivar en la muerte del bebé a manos de la madre, o de su propio suicidio. La psicosis postparto o psicosis puerperal, término descrito por primera vez en el año 1875, se caracteriza por una situación vivencial anómala que nace fruto de la imposición del temor sobre el deseo de ser madre. El parto provoca cambios significativos en el organismo de la madre, en algunos casos el puerperio se acompaña de cuadros psicóticos muy acusados, depresión, ideas delirantes, pensamientos que conducen a querer lesionar al bebé o a sí misma.
La psicosis puerperal se considera uno de los trastornos postparto más grave, las madres que han sufrido este problema tienen un mayor riesgo de sufrir otros problemas como el trastorno bipolar, algunos especialistas creen que en realidad este tipo de psicosis es una subcategoría enmarcada dentro del trastorno bipolar. Este problema no está asociado a un trastorno psicológico previo al parto y tampoco a posibles antecedentes familiares de una enfermedad mental, así lo determinan los expertos según leemos en BBC.

El mencionado artículo nos habla de tres casos que ponen los pelos de punta, Jo Lyall, una madre que a los pocos días de haber dado a luz a su segundo hijo y dejar el hospital, se dio cuenta de que tenía ganas de ahorcarlo. La madre explica que estaba junto a él y tras mirar a su pequeño, sintió el deseo de matarlo. Explica que colocó sus manos en el cuello del bebé y, aunque no quería hacerle daño, debía saber si era capaz de llevar a cabo la acción. No acabó con la vida de su hijo, y aunque sabía que este comportamiento no era normal, no buscó ayuda profesional por miedo a que le retiraran la custodia de los niños.

Al no recibir tratamiento la psicosis fue a más y aparecieron ideas como la de planear el asesinato de sus hijos y posterior suicidio, sus pensamientos le llevaban a asegurarse de que la acción se cometería sin fallos, comenta que no podía arriesgarse a que sobrevivieran si ella moría. Como podéis comprobar, el relato es macabro. Parece ser que la madre intentó suicidarse en varias ocasiones, por fortuna recibió atención psiquiátrica durante seis meses y tras recibir la medicación oportuna durante cuatro años, el problema desapareció por completo.

Este es sólo el relato de un caso, pero recordemos que una de cada 500 mujeres puede sufrir psicosis postparto, por lo que ahora se lleva a cabo una campaña de concienciación para que los especialistas médicos y personal sanitario que atiende los partos, puede identificar los síntomas y mejorar el tratamiento. Como decíamos, aunque no se conocen las causas a ciencia cierta, se apunta a las fuertes alteraciones hormonales que se producen en el parto, la genética influye también en algunos casos.

Si existen precedentes como sufrir trastorno bipolar, el riesgo de sufrir psicosis puerperal se incrementa en un 50% en las semanas inmediatas al parto, pero hay que añadir también otros condicionantes, el problema se asocia también a los partos que han tenido complicaciones perinatales no psiquiátricas, antecedentes familiares de trastornos afectivos, etc. Por otro lado, cabe destacar que es un problema que puede afectar al padre aunque sea en menor medida, el hecho de sentirse desplazado y en cierto modo competir con el bebé por el amor y atención de la madre, le lleva a padecer el trastorno.

Os recomendamos leer el artículo publicado en BBC, ofrece información de interés que permite adquirir conciencia sobre la gravedad de la psicosis postparto o psicosis puerperal.

Foto | Vivarin

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