Revista Opinión

PSOE: Plan Renove o ITV

Publicado el 07 julio 2014 por Jcromero

El partido socialdemócrata español está en su particular plan “Renove” como consecuencia del nefasto lastre del último gobierno Zapatero, de su alejamiento de la realidad y el distanciamiento de sus bases. Izquierda Unida, intuyendo el peligro, se encomienda a la figura emergente de Alberto Garzón. La derecha política y mediática, con su arrogancia habitual y desdén de casta fina, comienzan a estar preocupadas y, marca de la casa, recurren al insulto y a la humillación personal.

Los resultados del 25-M han supuesto un revulsivo. Unas elecciones predestinadas a pasar sin pena ni gloria, han generado un nuevo escenario político en el que el establishment ve peligrar su confortable posición de privilegio. Antes del 25-M, decir política era hablar de desafección. Estábamos equivocados. No era desafección, se trataba del desafecto hacia una forma de hacer política. La política interesa y mucho. ¿Cómo no va a interesar la defensa de los derechos sociales, el precio de la luz o la pensión del abuelo? ¿Cómo no va a interesar las condiciones laborales, el acceso a la vivienda, la educación o la sanidad? ¡Claro que interesa la política! Ocurre que cada vez hay más disposición a no formar parte de un tiovivo, previsible, chabacano y cansino, al que llaman democracia, y en el que los ciudadanos son simples figurantes.

Hay necesidad de revitalizar la democracia, de defender la soberanía ciudadana, de no rendirse ante la pérdida de derechos, de oponerse a unas élites que mandan y que nunca se presentan a las elecciones. El problema del PSOE, o su drama, es que la ciudadanía deje de considerarlo como un referente válido, como la herramienta útil para afrontar estos retos.

En este escenario, el PSOE abre un proceso para la elección de un nuevo secretario general. Sea por fatiga ante tanta confianza depositada y tanta esperanza defraudada, por el tufillo Ferraz que impregna el proceso o por puro agotamiento, lo cierto es que no parece que exista un entusiasmo ciudadano por la renovación socialista. Tampoco hay entusiasmo militante; en la recogida de avales, un 61% ha decidido abstenerse. ¿Plan Renove o apaño para pasar la ITV? El proceso tiene lugar cuando el ciudadano ya no avala simples cambios y desecha los discursos si no son correspondidos con hechos. Ahora se exigen cambios profundos, una nueva forma de hacer política, mayor calidad democrática: que el partido deje de ser lacayo de intereses bastardos. La decepción ha sido tan grande y los abusos tan evidentes que, de momento, al antiguo votante le cuesta olvidar.

Una vez perdida la identidad, la tarea que tienen por delante los socialistas es recuperarla. Desde la última reforma constitucional y el indulto al banquero, el PSOE ya no es reconocido como referente por los suyos. Ahora, como un solitario Robinson Crusoe,  tiene que aprender a convivir con los restos del naufragio, construir un proyecto y presentarse ante la sociedad como una fuerza rigurosa en sus principios, inequívoca en sus decisiones y fiable en su acciones. ¿Es tarde? No sé, puede que aún haya alguien esperando señales de esperanza.

Es lunes, escucho música:

 

El río que suena, El bueno, el rojo y el guapo, PSOE: julio de 2014, Vendedores de palabrasQuo vadis PSOE? La última oportunidadEl futuro del PSOE, Que no hay que renovar, ¡hay que innovar!, El partido está muy abierto, Entre Madina y Sánchez Castejón 

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