Revista Cocina
Un mes más ha llegado la cajita Degustabox, y como viene siendo habitual viene cargada de cosas riquísimas. Como sabéis, se trata de una caja con entre 10 y 15 productos nuevos, que te llega a casa al precio de 14,99 € (envío incluido), son productos de primeras marcas y de gran variedad. Este mes si al hacer vuestra suscripción, introducís el código SFFPJ, la primera cajita os costará sólo 9,99 (envío incluido), ¿que os parece?.
Este mes he utilizado dos productos de la caja, una deliciosa leche de avellanas de la marca Alpro y el sirope de ágave de Sunny via.
Y es que hoy os traigo una nueva receta apta para dietas que nos ayuda a quitarnos el ansia de dulce, y que además es muy beneficiosa para la salud.
Las semillas de chía están más de moda que nunca y es que estas pequeñas, (que valen como si fueran sangre de unicornio) tienen un montón de propiedades, se pueden agregar a cualquier comida (cereales, en la fruta, en las ensaladas....), no modifican su sabor y además aportan vitaminas, minerales y ácidos grasos que ayudan a nuestro organismo a combatir la grasa.
Nosotros las hemos incorporado a nuestra dieta, ya que estamos haciendo ejercicio cinco días por semana (sí, yo, me tendríais que ver en la elíptica) y resultan muy saludables. Yo las incorporo en la fruta que me tomo por la mañana y hoy os muestro otra opción que resulta muy rica y muy saludable para desayunar o para merendar.
Ingredientes.- 1 taza y media de leche de avellanas (podéis utilizar la leche que queráis).- 2 cucharadas soperas de semillas de chía.- 1/4 taza de cacao desgrasado.- 1 cucharadita de postre de sirope de ágave.- Una pizca de sal.- Una pizca de canela (opcional).- 1/2 cucharadita de postre de esencia de vainilla (opcional).
Mezclar todos los ingredientes, excepto el sirope de ágave en un bol y remover bien para que todo quede bien mezclado. A partir de aquí hay dos opciones o bien trituráis todo para que las semillas no se noten o, como yo, lo dejáis tal cual. Si lo vais a triturar añadid el sirope de ágave una vez triturado, si no, añadirlo cuando toda la mezcla esté homogénea.
Poner la mezcla en los vasitos que vayáis a utilizar y llevar a la nevera, como mínimo de tres a cinco horas, pero yo lo tuve toda la noche y por la mañana estaba delicioso.
Aguantan en la nevera tapados dos o tres días, pero seguro que lo coméis antes.
Espero que os haya gustado.