Si ahora me dieran a elegir, querría ser pechugona, cocinera e inglesa, como Nigella Lawson. Esa británica encarnación de la voluptuosidad mantequillosa que es elegante incluso cuando unta el dedo en las salsas. Digo más, cuando unta el dedo cualquier hombre, mujer, niño y animal querría estar a su lado babeando. Así de musa es.
Mrs. Nigella disfruta cocinando, pero sobre todo comiendo y poniéndose gocha mientras hace guiños seductores a los espectadores. Cualquiera de sus vídeos en youtube te pone los dientes largos y te enamora de ella en menos de veinte segundos.
Para mí, una de sus mejores y más rápidas recetas es el Caramel Croissant Pudding, que cuando lo dice ella suena muy fino y sexy, pero que no es más que una receta de aprovechamiento para cuando tienes curasanes, bollos o pan un poco revenidos y duros. ¿Veis cómo yo le quito el glamour a todo?
Por eso a mí no me salió sexy como a ella, sino sepsi a duras penas.
Ló único que hago diferente es, aparte de no comerlo en camisón de raso a horas intempestivas, echarle manzana en compota y el doble de todo, para que me dure más el subidón.
Mirad cómo se pone la muy cochinota:
Pudding sepsi de croissants, manzana y caramelo Dificultad, así de primeras:convertirlo en sepsiProbables complicaciones:cuidado al echar la nata sobre el caramelo! Sabor: ohhh ahhh yeah baby Receta de inspiración:Caramel croissant pudding, de Nigella Lawson INGREDIENTES para 6 - 7 personas
200 g de azúcar 4 cucharadas grandes de agua 250 ml de nata 250 ml de leche 1 chorrito de whisky, brandy o lo que tengáis 2 manzanas reinetas grandes 3 huevos croissants o similar, secos como la mojama
Se tarda sólo media hora en tener listo el pudding, por eso es tan maravilloso. Bueno, por eso, porque está buenísimo y porque da pie a comérselo a cucharadas mientras ves una película repanchingado en el sofá en pijama. Lo del punto sepsi ya es decisión vuestra.
Yo usé una bandeja de ésas de curasanes del súper (horror) que por cosas del destino acabó en mi casa. Podéis usar cualquier bollo, la barra de hace 3 días o ese paquete de pan de molde que está a punto de caducar. Aprovechamiento y ahorro son la clave, porque si tenéis que comprar o hacer croissants caseros, no hacemos negocio.
Si no tenéis a mano nata, podéis usar el doble de leche, no quedará tan libidinoso pero no pasa nada.
PREPARACIÓN: Primero, pelar y trocear las manzanas para convertirlas en compota. El cómo lo hagáis lo dejo a vuestro libre albedrío: en un cazo, en el microondas, con un poco de limón y agua, sin nada ... En un cazo grande aparte, se echa el agua y el azúcar y se remueve para que se disuelvan los granitos. Se pone a fuego vivo hasta que empiece a oscurecerse y formarse el caramelo. Importante no revolver con cuchara ni nada para que no se cristalice, sólo darle unas vueltillas al recipiente para que el calor se reparta. Cuando el caramelo esté de un color ámbar oscuro (3 - 5 minutos), se aparte del calor, nos acercamos al fregadero y vertemos la nata. Mejor con el cazo lejos de la cara porque puede salpicar y sisear, y no queremos salir escaldados. Volvemos a poner el cazo al fuego, bajando la temperatura, y añadimos la leche y el licor. Si se forman pegotes de caramelo, no pasa nada, hay que meter las varillas y revolver todo el rato hasta que se disuelvan. Apagamos el fuego, batimos los huevos y los añadimos a la mezcla de toffee. En una fuente de cristal, cerámica, molde o lo que sea ponemos los trozos de bollo o pan, siendo generosos. Apachurramos la manzana compotada hasta tener una especie de puré con tropezones, y lo mezclamos con el caramelo y los huevos. Todo junto se vierte sobre los trozos de pan y dependiendo del grado de sequedad/dureza/revenimiento que tenga éste, se deja empapar un tiempo proporcional hasta que esté blando. Mientras, precalentamos el horno a 180 grados y cuando esté listo, metemos el pudding dentro durante unos 20 minutos o hasta que se dore ligeramente por arriba y haga una especie de costra. ¡Tachán! Listo para degustar a cucharadas y seducir al personal. Comer es sexy. Por cierto que gual que Nigella está más guapa cuanto más jamona, porque es una musa del food porn, la lujuria y la gula... ... las manzanas bonitas no saben a nada. Cuanto más feuquinas, mejor.