Hoy debería estar contando un viajecito a Calpe, Alicante, que estaba previsto para el pasado fin de semana, pero se anuló a última hora. El motivo del viaje era practicar buceo, actividad que me apasiona desde el primer día que lo probé en la Costa Brava. Los que lo hayan practicado reconocerán la sensación de paz y tranquilidad que se vive bajo el agua. El momento en el que te sumerges bajo el agua tus ojos no pueden dejar de moverse a un lado y a otro viendo la cantidad de cosas que nos perdemos cuando estamos en superficie. Pero ir descendiendo poco a poco, en posición horizontal viendo cómo cambia el paisaje, es un momento indescriptible.
Para esta ocasión habíamos elegido la Costa Blanca y ya teníamos el hotel reservado. Nos decidimos por Calpe para una mayor comodidad, ya que allí se encontraba el centro de buceo con el que debíamos hacer las inmersiones, aunque existe una amplia oferta por la zona y es fácil encontrar buenas opciones de hoteles en Gandía o de hecho en toda la costa hasta llegar a Benidorm.
Tuvimos que anular la reserva y quedarnos en Madrid, aunque esta experiencia queda pendiente para otro momento.
Descubriendo el fondo marino de Sant Feliu de Guíxols, en Girona
Estábamos en Madrid, pero cómo teníamos ganas de actividad empezamos a buscar opciones y encontramos una alternativa también vinculada al agua, aunque a otro nivel. Nos fuimos a hacer una ruta de senderismo por las Chorreras de Despeñalagua en Valverde de los Arroyos, Guadalajara. Además, Valverde de los Arroyos es un municipio de la provincia de Guadalajara que junto a Campillo de Ranas, Majaelrayo, Tamajón y Cardoso de la Sierra, forman parte de los llamados Pueblos de la Arquitectura Negra con lo que la visita a la zona ya merece la pena. Acertamos con la elección y pasamos un día muy entretenido.
Ver Pueblos Arquitectura negra en un mapa más grande
VALVERDE DE LOS ARROYOS
Desde la carretera ya observamos Valverde de los Arroyos y su entorno.
Vistas a Valverde de los Arroyos
Llegamos sobre las 10h de la mañana y la verdad es que fue un acierto llegar temprano puesto que está prohibida la circulación de vehículos dentro del pueblo (a excepción de los residentes), con lo que el coche se debe aparcar en un párquing que se habilita a la entrada del pueblo. A esas horas el párquing estaba prácticamente vacío, no así cuando nos fuimos.
En el mismo párquing hay una zona habilitada para comer con un pequeño salto de agua, mesas y bancos de pizarra, elementos que nos acompañarán a lo largo de todo el día y que le dan mucho encanto a la zona.
El pueblo bien merece una visita. Está construido a base de pizarra y madera y en ciertas calles parece que el tiempo se haya detenido. Es un gusto pasear sin rumbo por sus calles e ir admirando la belleza de las casas. Nos alegramos nuevamente de haber venido pronto ya que a esas horas pudimos pasear con mucha tranquilidad, con las calles casi vacías.
Entrada a Valverde de los Arroyos
Valverde de los Arroyos
Valverde de los Arroyos
Valverde de los Arroyos
Valverde de los Arroyos
Valverde de los Arroyos
A pocos metros de la entrada del pueblo nos topamos con la Plaza Mayor, en la que encontraremos la iglesia y desde donde sale la ruta hacia la Chorrera de Despeñalagua que vamos a visitar.
Plaza Mayor de Valverde de los Arroyos
Plaza Mayor de Valverde de los Arroyos e Iglesia
La ruta no tiene pérdida alguna. Una vez en la plaza debemos seguir recto, subir una pequeña cuesta y seguir el camino hasta llegar a una esplanada con un campo de fútbol de césped.
Camino que sale de la Plaza Mayor para empezar la ruta hacia la Chorrera de Despeñalagua
Esplanada y campo de fútbol
Una vez allí, debemos seguir recto por el camino de tierra que nos marca la ruta CM5, o mejor dicho, por el paseo de unos 40 minutos hasta llegar a las chorreras. Dejaremos el campo de fútbol a nuestra izquierda.
Indicadores de la Ruta CM5
El recorrido tiene muy poca dificultad, de hecho es prácticamente llano. Además el paisaje que nos acompaña en todo momento es muy agradable ya que pasamos por campos floridos y vemos el Pico Ocejón durante gran parte del recorrido.
Empieza la ruta...
Pico Ocejón
El único inconveniente del recorrido es que en muchos tramos el camino es bastante estrecho, con lo que si te encuentras con otras personas que están haciendo el camino inverso deberás pararte o deberán pararse para dejar paso. A la ida no nos encontramos a nadie, íbamos en cabeza! A la vuelta tuvimos que parar varias veces. Además, este año con toda la lluvia y frío que hemos tenido no ha habido muchas posibilidades de disfrutar del aire libre ni de la primavera con lo que a la que sale un día bueno hay mucha gente con nuestras mismas ganas de pisar la naturaleza.
El agua es la gran protagonista ya antes de llegar a las chorreras y nos la encontramos por toda la ruta. En muchas ocasiones nos topamos con pequeños riachuelos que debemos cruzar pisando algunas piedras si no queremos mojarnos los pies. El problema es que en caso de que haya pasado mucha gente estas piedras estarán mojadas y algo resbaladizas.
¡Por tercera vez nos alegramos de haber venido pronto!
Caminos estrechos y con agua
Agua por todo el recorrido
Paisaje durante la ruta
Y cuando faltan todavía unos metros podemos empezar a ver la que será nuestra recompensa: las cascadas escalonadas colándose entre montañas de piedra.
Chorrera Despeñalagua
Casi llegamos
Y llegamos. Ver el agua caer durante 120m y escuchar su sonido es muy relajante, podéis comprobarlo en el siguiente vídeo. Nos quedamos un buen rato admirando la cascada y una cascada "hermana" que le ha salido por la derecha por efecto del caudal del agua.
Chorreras Despeñalagua
Cascada a la derecha
A continuación, decidimos desandar unos metros y acercarnos a las pequeñas pozas que crean las cascadas. No fuimos tan aventureros como otros que decidieron trepar por la pared de roca y cruzar las cascadas...
Y empezamos el camino de vuelta, parándonos ahora a cada momento para dejar paso y aprovechando, para disfrutar del paisaje.
CAMPILLO DE RANAS, MAJAELRAYO y TAMAJÓN
Nuestra idea inicial era quedarnos a comer en Valverde de los Arroyos pero terminamos la ruta sobre las 12h y era muy pronto. Decidimos ir a visitar los pueblos de la arquitectura negra de los alrededores, así que primero nos fuimos a Campillo de Ranas, seguimos hasta Majaelrayo y terminamos en Tamajón donde finalmente comimos antes de poner rumbo de nuevo a casa.
En los tres pueblos podremos encontrar las características que dan tan encanto a la zona: pueblos pequeños y tranquilos construidos a base de piedra y pizarra que hacen muy agradable el paseo por sus calles estrechas.
De todas maneras si decidís visitar la zona y tenéis el tiempo limitado nosotros recomendamos Valverde de los Arroyos sobre los demás pueblos que nos parecieron peor conservados.
Majaelrayo
Campillo de Ranas