Un acortamiento importante durante el crecimiento, es decir, mayor de dos centímetros, puede provocar una actitud escoliótica lumbar. Sin embargo, no provoca una auténtica escoliosis y, por tanto, no es tan grave como la genética.
Este acortamiento debe corregirse con un alza en el zapato y, en los casos más acentuados, puede necesitar una corrección quirúrgica.
En el adulto, loa acortamientos menores de dos centímetros no suelen tener que corregirse pues no tienen gran repercusión en la columna.