¿Qué pueden “hacer” los policías en el ejercicio de sus funciones? ¿Hasta dónde los autoriza la ley a invadir la esfera íntima de otras personas y en qué casos? ¿Cuál es su límite?
Definiendo a las detenciones intrusivas como cacheos, lenguaje áspero, búsquedas, requisas, insultos raciales, amenaza de fuerza y uso de la fuerza, una nueva investigación encontró que los jóvenes que han sido sometidos a detenciones intrusivas por parte de la policía corren el riesgo de una angustia emocional mayor (Jackson, et al., 2019).
La investigación examinó las asociaciones entre las características de las intervenciones policiales y la angustia emocional de los jóvenes durante estas situaciones, el estigma social después de ello y el estrés postraumático posterior.
El equipo de investigadores descubrió que los jóvenes que eran detenidos más a menudo por agentes de policía tenían más probabilidades de reportar un trauma emocional. Sus hallazgos muestran que las percepciones de los jóvenes de sus encuentros negativos con los oficiales también podrían ser perjudiciales para su salud mental.
El estudio incluyó datos recopilados entre los años 2014 y 2017 del Fragile Families and Child Wellinging Study (FFCWS), una investigación sobre familias en riesgo y sus hijos nacidos entre 1998 y 2000. Los datos involucraron a 918 jóvenes que informaron haber sido detenidos por la policía durante su vida.
El 27% de esta muestra urbana de jóvenes en riesgo informó haber sido detenida por la policía a los 15 años. “Si bien no todos los encuentros fueron experimentados como hostiles o amenazantes, nuestros resultados sugieren que cuando las paradas se caracterizaron por un mayor número de conductas intrusivas de los oficiales, las percepciones de los jóvenes sobre el estigma social elevado y las experiencias de estrés postraumático fueron más propensas a presentarse,” explicaron los investigadores.
La angustia emocional se midió preguntando a los jóvenes si se sentían seguros, asustados o enojados durante el encuentro policial. Los participantes también informaron sentimientos de estigma después de la detención, por ejemplo, si evitaban a las personas por temor a que otros pensaran en ellos de manera negativa, si las personas usaban el incidente para burlarse de ellos y si ocultaban el hecho de que fueron detenidos a amigos y familiares.
Artículo relacionado:Personas enojadas y el desafío terapéuticoPara medir el estrés postraumático después de la intervención policial, se preguntó a los participantes si la situación les volvía a producir sentimientos negativos de ser detenidos, si las imágenes de la parada policial a menudo aparecían en su cabeza y si sufrían o no reacciones físicas como sudoración, dificultad para respirar o tener palpitaciones anormales.
Detenciones en la escuela
Los investigadores descubrieron que los jóvenes que fueron detenidos por agentes de policía en la escuela informaron más angustia emocional y reacciones negativas que los que fueron detenidos en otros lugares. Esto fue especialmente cierto en el caso de jóvenes con poca o ninguna historia de delincuencia.
“Puede ser que ser detenido en el entorno escolar, que es conocido por su estructura y convencionalidad, sea más vergonzoso para estos jóvenes”, explicaron los investigadores.
Concluyeron que los jóvenes pueden beneficiarse cuando los trabajadores sociales, los consejeros escolares y los proveedores de salud mental intervienen para ofrecer atención y servicios para ayudarlos a lidiar con sentimientos de vergüenza y trauma después de que la policía los detiene. Además, los esfuerzos para mejorar las relaciones entre la policía y la comunidad, especialmente las relaciones entre la policía y los jóvenes, pueden ayudar a reducir los resultados negativos para la salud de las intervenciones policiales.
Finalmente, señalan la necesidad de una capacitación integral de los miembros de la policía que los instruya sobre la mejor manera de realizar sus intervenciones garantizando la seguridad a la vez que se respeta integridad física y mental de la persona detenida.
Referencia bibliográfica:
Jackson, D. B., Testa, A., Vaughn M. G., 2019. Low self-control and the adolescent police stop: Intrusiveness, emotional response, and psychological well-being. Journal of Criminal Justice. https://doi.org/10.1016/j.jcrimjus.2019.101635
Fuente: Psychcentral