Por aquí pasa el río Guadiato que constituye un pasillo natural, dirección nordeste-suroeste, que permitía a la guerrila desplazarse hacia las mesas de Almodóvar del Río, hacia el interior de la sierra o en dirección a Córdoba. El puente de los Boquerones no existía en la década de los 40, y en su lugar, una maroma apoyada en los estribos rocosos de ambas márgenes (llamados por esto La Piedra del Cable), permitía salvar el cauce sobre un cajón, que transportaba por igual quesos, panes, algún animal e incluso personas.
Aguas arriba del puente desemboca el barranco de la Huesa, donde se ocultó y murió el Estado Mayor de la Tercera Agrupación Guerrillera. Entre el barranco y el puente se encuentra el cerro Turumbón, un oscuro peñón sobre cuya cuerda aplanada se sembraba trigo y garbanzos (de ahí el topónimo Candeal). Desde la cota del Turumbón es fácil acceder a pie hasta las fincas de los Boquerones, las Milaneras y el Olivarejo, razón por la que fueron aquí frecuentes los encuentros entre guerrilleros y habitantes de la zona. Muy cerca del puente se encuentra la piedra Abejera, donde era posible aprovisionarse de miel natural.
Aguas abajo, en dirección a Almodóvar del Río, se suceden profundos barrancos recubiertos de espesas umbrías (La Cebaera, La Porrá, La Umbría de Perchas…), constituyendo un hábitat perfecto para rancheros y pastores, cuya huella ha quedado fijada en numerosos topónimos: Chozo Verdejo, Panduro, Las Tetas de Teresa, La Tabla del Gato...
En la margen derecha, frente a La Porrá, el Cerro del Trigo (que era llamado La Madre de los Lobos) constituyó otra zona de fuerte presencia guerrillera, vinculada a los huidos de Villaviciosa. La mayoría de estos maquis, de filiación política anarquista, acabaron integrados en la AGE (Agrupación Guerrillera Española), junto con otros muchos republicanos, de filiación socialista o comunista.