Puerta a la fantasía

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Supongamos que la realidad te hace chocar de bruces contra la fantasía. Lo que puede estar sucediendo es que, o bien estas descontento con tu realidad o que tu realidad se te queda corta para vivir intensamente.

Abre una puerta a la fantasía

 La ventaja de escribir es que puedes ampliar tu realidad, es decir, la realidad que vive dentro de tu cabeza y que está sepultada bajo el peso de la responsabilidad, el deber, la presión, las barreras, el peso de la realidad que a veces te empuja a permanecer atado ella como si una gran bola de hierro atada a tu tobillo te impidiera alzar el vuelo… Evidentemente no hablo de realidad tangible, sino de realidad fantástica. ¡Contrariedad al canto! Quizá te preguntes si se le puede llamar realidad a algo fantástico, a algo que no se ve, a algo que no se conoce, a algo que no se visita, a algo de lo que no se habla. Pues tengo una gran noticia para ti: Si la fantasía vive en ti, entonces es realidad.

¿Quién vive ahi?

  No se cuántas cosas habrá en tu realidad a parte de todo lo que hay en la realidad terrenal que compartimos; pero en mi realidad hay: mundos inimaginables a los que se accede por medio de una brújula, hay aldeas recónditas de las que sólo yo se de su existencia, hay personajes fabulosos, hay misterios que esperan ser resueltos, hay superpoderes, hay leyendas, hay duendes, hay seres inanimados animados, hay promesas, hay elecciones, hay magia, hay humor… Hay tantas ideas, personajes, mundos… esperando a ser vertidos sobre tu fantasía que se me abruma la mente con sólo tener que elegir cual de ellos verter primero sobre mi papel. ¿Qué edificio construir primero? Pero no te agobies: Hay tiempo para todo.
Puedes ser lo que quieras, ver lo que quieras, inventar lo que quieras, creer lo que quieras, conocer lo que quieras. ¿Vivir utopías? ¡Escribe, inventa!
Vive tu fantasía, porque la fantasía se puede vivir, ¿te lo habían dicho alguna vez?