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Puerta del Nacimiento (Catedral de Sevilla)

Publicado el 02 enero 2025 por Fotograrteblog @fotograrte
Vista general

Esta fue una de las primeras puertas en construirse, tras la demolición de la antigua mezquita almohade, ya muy modificada, después de la conquista de la ciudad por Fernando III el Santo en 1248.

Pero la construcción era una empresa complicada y difícil que no se comenzó hasta el año 1403 para lo que se necesitó buscar diversos especialistas, pero especialmente a un maestro cantero prestigioso que pudiera realizar la obra con la maestría que era necesaria:

Los preparativos necesarios para llevar a cabo tan grande empresa y la falta de datos ciertos sobre importantes obras de cantería en las primeras décadas del siglo XV hacen pensar que el grueso de la obra gótica debió acometerse sistemáticamente cuando el monarca Juan II accedió a las peticiones del Cabildo y cedió su capilla de los Reyes para «alzarse e fazerse mayor», el 10 de febrero de 1433. Este momento de gran transcendencia sería el impulso definitivo para la construcción de la catedral, quedando reflejado en la Crónica del Jurado Garci Sánchez con solo unas breves palabras: «en este año se empezó a edificar la iglesia mayor de Sevilla»[1].
Para dichos preparativos debieron buscar un maestro de reconocido prestigio, y quizás por eso llegó a la ciudad el maestro Ysambarte, de origen flamenco, que ya había trabajado en las catedrales de Lérida, Zaragoza o Palencia. Su presencia en Sevilla está documentada desde 1433, y su trabajo pudo estar asociado a la elección de materiales o los trazados iniciales del templo. Se cree que también pudo atraer a un colaborador suyo, Charles Galtier, conocido como maestro Carlín, llegado a la ciudad a finales de 1434 y que dirigió las obras desde mayo de 1435 hasta agosto de 1447. Desde entonces la catedral gótica comenzó a mostrar sus primeros avances (…).

Vista de la parte más trabajada de la puerta: el tímpano y las estatuas de ambos lados de la puerta.

Al principio, recibió el nombre de Puerta el Nacimiento o de San Miguel por el lugar donde se encontraba:

Esta puerta del Nacimiento estuvo frente al antiguo colegio de San Miguel, primer establecimiento de tipo universitario que tuvo Sevilla, fundado por Alfonso X el Sabio, y cerca del arquillo del mismo nombre que existió hasta el año 1762.
La iconografía de esta portada versa en torno al comienzo del Nuevo Testamento escrito por los cuatro evangelistas, y además trata el origen de la Iglesia hispánica, que aquí queda representado por el obispo San Laureano y el mártir San Hermenegildo.
La estudiada ubicación de estas figuras junto a la puerta denota la afinidad de los evangelistas San Juan y San Lucas con la Virgen y deja en un puesto más alejado a los santos hispánicos, para mostrar los orígenes del cristianismo en la península enlazando además con el planteamiento iconográfico de la portada del Bautismo.
La importancia del tema a tratar y su realización material motivó tiempos distintos en los encargos realizados a distintos escultores desde mediados del siglo XV hasta principios del XVI, no bien reflejados en la documentación conservada. La parte escultórica más antigua corresponde a los altorrelieves en piedra que rodean el tímpano, realizado a mitad del siglo XV al tiempo de la decoración arquitectónica hecha por los entalladores. Las pocas posibilidades plásticas de la piedra condicionaron los materiales escultóricos de las portadas por lo que, sin modificarse el programa iniciado, sus figuras y relieves se hicieron en barro cocido.
La autoría de estas imágenes no está documentada, por lo que los estudiosos sobre ellos apuntan a distintos autores. Se ha creído ver en ellas la mano de Lope Marín y también la de Pedro Millán, pero desde que el profesor Manuel Gómez Moreno en 1911 demostró el carácter flamenco de estas figuras, relacionándolas con el del sepulcro del cardenal Cervantes que hiciera para esta catedral Lorenzo Mercadante de Bretaña, todos los historiadores posteriores han refrendado su atribución a favor de este escultor.

Si veis una diferencia en el color, ya sabéis a qué se debe.

Vista del tímpano

La escena representada lo ha sido con un especial trato hacia el motivo de la misma:

En el centro está el Niño, dejado sobre las pajas, y sobre él un coro de ángeles que cantan gozosos su nacimiento. Las figuras de la Virgen y San José, vestidos de traje de época del artista, están en actitud de adoración, con las manos juntas en oración. Detrás de la Virgen aparecen la cabeza del buey y la mula asomados desde el establo para completar el misterio. Y detrás de San José, una pastora con regalos para el recién nacido. Sobre las figuras, unos tejadillos góticos ponen un signo de acogida y recogimiento a la escena. A los dos lados, unos pastores que reciben con gozo el anuncio del ángel, en un relieve menos marcados, y una vista de Belén, esto alarga la escena central hacia dentro, dándole una mayor profundidad.

Esta figura de la pastora es de lo más interesante del arte gótico, en que ya se manifiestan abiertamente los sentimientos al exterior: la pastora ríe de alegría, mientras mira a la escena de la Sagrada Familia. La risa abierta aparece algunas veces como un gesto de la maestría a que ha llegado la escultura gótica. Igual puede verse en el rostro del Profeta Daniel, en el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela. Esta manifestación abierta de los sentimientos indica una alta perfección en el arte, que con más facilidad, y anterior en el tiempo, muestra la pena que el gozo de la escultura.


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