Finalizó ya el renombrado Año Internacional de la Diversidad Biológica, y con él concluyó también uno de los estudios más ansiosamente esperados por Biólogos y Ecologistas valencianos.
Lejos de defraudar toda expectativa, el informe publicado hace apenas unas semanas ha terminado por poner a la región valenciana a la cabecera continental de la biodiversidad, y no es para menos, pues la tesis, apoyada por numerosos estudios académicos aportados por las Universidades locales y nacionales ha contabilizado nada menos que 17.300 especies diferentes, dentro de sus fronteras autonómicas constituyendo un referente a nivel europeo.
La Comunidad Valenciana es una de las diecisiete Comunidades Autónomas que conforman España. Su superficie, de apenas 23.255 kilómetros cuadrados apenas constituye poco más del cuatro y medio por ciento del territorio terrestre nacional, siendo así la octava Comunidad más extensa del país, pero a pesar de su limitada extensión, ésta alberga en torno al veinte por ciento de toda la biodiversidad catalogada en el país ibérico, una tasa que no encuentra parangón alguno en todo el continente europeo, Asia menos ni Oriente medio. Tal y como desvelaba en fechas recientes el Conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, D. Juan Cotino, han sido censados alrededor de diecisiete mil trescientos Taxones de Flora y Fauna, rebasando las expectativas más optimistas vertidas al respecto y satisfaciendo a profesionales y amantes de la materia. Se advierte además de que las especies conocidas en la actualidad no son más que un porcentaje de las que habitan realmente la zona, por lo que la Criptozoología todavía juega un papel preponderante a la hora de catalogar las formas de vida que aquí encuentran su hábitat y tasar su variedad.
Esta región levantina, bañada por las aguas del Mediterráneo, cuenta con gran número de ecosistemas variados; llanuras marítimas, montañas y valles de distintas altitudes, marismas, albuferas, bosques, humedales, archipiélagos, praderas, ecosistemas fluviales, costeros y marinos de diversa profundidad y consideración están presentes junto a paisajes rurales y urbanos, aportando así un inestimable abanico de hábitats que dan cobijo a tan notable cifra de entidades vivas, siendo éste el principal soporte para su existencia.
También cabe destacar que la región autónoma valenciana cuenta con uno de los entramados de áreas protegidas más notables de España; entre Parques Naturales, Parajes Naturales Municipales, Reservas Naturales, Monumentos Naturales, Paisajes protegidos, Microreservas de Flora y Zonas de especial protección para las Aves, la Comunidad Valenciana ha protegido más del trece por ciento de su territorio, una política que sin duda está contribuyendo a conservar la riqueza natural que ostenta a pesar de sus carencias. La Red Natura 2.000 goza por su parte de una ámplia representación y no olvidemos que el parador de Els Ports – Maestrazgo ostenta una firme candidatura para ser declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Con todo, estamos ante el área menos deteriorada de cuantas bordean la franja costera del Mediterráneo occidental y una de las regiones ambientalmente mejor conservadas del país. Un dato concreto que refleja esta situación es que la provincia de Castellón, la más norteña de las tres que componen la Comunidad, conserva todavía hoy más del cuarenta y cuatro por ciento de su masa forestal originaria, seguida de Alicante con algo más de un tercio de forestas preservadas; es sin duda la provincia de Valencia la menos afortunada, merced a su mayor peso demográfico.
![Punto caliente de Biodiversidad. Punto caliente de Biodiversidad.](http://m1.paperblog.com/i/38/386130/punto-caliente-biodiversidad-L-42JLPv.jpeg)
Trazas de la rica biodiversidad valenciana.
En cualquier caso, merece la pena ser más autocríticos pese a la benevolencia de los resultados obtenidos y prestar atención a los problemas que acechan a este verdadero punto caliente de la diversidad biológica española. Sin dudarlo un solo instante, es precisamente la expansión demográfica experimentada en años recientes, junto al aborrecido cambio climático, el mayor de los problemas que deben ser enfrentados si queremos que la región siga siendo el epicentro vivo que es. En menos de una década, la población humana valenciana se ha incrementado más allá de un cuarenta por ciento, superando ampliamente los cinco millones de habitantes, una cifra que inevitablemente hace mella en el medio ambiente. Una quincena de ciudades han rebasado con creces los cincuenta mil habitantes, generando una demanda de materias y energías más que considerables.
A la luz de las conclusiones manifestadas en tan alabado informe, solo resta seguir apostando por las energías limpias, la preservación de especies y ecosistemas y la correcta gestión de los ricos ambientes valencianos, además de exigir políticas comprometidas con el desarrollo sostenible.
Demos la bienvenida al Año Internacional de los Bosques y de la Química.