Seguro que todos, o casi todos, en algún momento de vuestra infancia habéis dado una puntada de punto de cruz.
Antes recuerdo que nos enseñaban a coser (eh...y no soy tan mayor, aunque esta frase suene así) que nos hacían coger bastidores, y ris ras...a creaciones mil y en alguna ocasión se convertía en nuestro hobbie.
Eso trasladado a la decoración, eran cuadros de diversos tamaños, de colores o diseños no siempre bonitos y sobre todo...compromisos que se hacían latentes en relojes, en iniciales o en esos angelitos regordetes para el niño y la niña.
Pero ha llegado el momento de actualizarse y de que sea algo diferente y porque no...muy chic.
Hace unos días lo vi en la red, y cuando lo encontré completo, no podía dejar de enseñaros esta delicada y original forma de tener un detalle a punto de cruz...eso si, con 2 puntos a favor.
1 no tener que preocuparnos del revés, y de si la puntada es correcta, y 2, porque ahora si...es muy decorativo.
¿Os atrevéis a incluir este detalle en vuestra decoración?
Dependiendo del motivo, y de los colores y superficie, podréis incluir ese toque chic y francés a una decoración, o porque no...ese toque divertido y colorista a la habitación de los peques.
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By Carolina