Un puré de calabaza hecho al horno, huuuummm, que rico.
Ahora que se acercan los días de frío, nos empieza a apetecer algún plato calentito de cuchara, y si además es saludable y gusta incluso a los peques, pues que más se puede pedir.
Este puré (o sopa, dependiendo de la cantidad de agua que se eche), es super fácil de hacer, aparte que su confección es ligeramente distinta a la de los demás purés o sopas.
Ingredientes:
- Calabaza (los trozos que creas necesarios para tu familia)
- Una cebolla
- Sal, pimienta y aceite de oliva virgen
- Agua
Preparación:
En una fuente de horno, cubierta con papel de horno o papel vegetal, colocamos los pedazos de calabaza, cortados en trozos de tamaño medio y limpios de semillas.
Una cebolla pelada
Pincelamos la calabaza con aceite de oliva
Lo llevamos al horno durante unos 40 minutos (comprobar si los trozos están blandos pinchando con un tenedor).
Una vez finalizado, sacamos la calabaza y la cebolla y los transferimos a una olla.
Rectificamos de sal y pimienta, y cubrimos con un poco de agua.
Con la batidora eléctrica lo vamos triturando y añadiendo más agua, poco a poco, hasta conseguir la textura que más nos guste (más espesa o más liquida).
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