
Rodando El sueño eterno (1946), el director Howard Hawks no supo responder a Humphrey Bogart sobre la identidad del autor de uno de los asesinatos de la película. Hawks contactó con el guionista y autor de la novela original, Raymond Chandler. El escritor contestó diciendo: "Yo tampoco lo sé". Seguramente Thomas Pynchon no tendría ningún interés en responder a una pregunta similar sobre Puro vicio. Lo curioso es que El sueño eterno es sin duda un clásico del cine y al mismo tiempo una película cuya trama resulta imposible de seguir.

Puro Vicio comienza con una escena que parece sacada de El halcón maltés (John Huston, 1941) en la que una mujer fatal, Shasta Fey Hepworth (Katherine Waterston), visita a un detective, Larry "Doc" Sportello (Joaquin Phoenix), para pedirle ayuda en un asunto turbio. La principal diferencia, sin duda, es que el personaje de Phoenix se parece más a The Dude (Jeff Bridges) de El gran Lebowski (Joel & Ethan Coen, 1998) que al Sam Spade (Humphrey Bogart) de Hammett.
