Los hechos eran estos... hace cinco años, cuatro meses y algo menos de tres semanas (cuenta de la vieja hecha a ojo) hubo en el panorama televisivo americano una serie que era la cosa más fresca, linda, diferente, adorable, mona, y porque no decirlo... cuqui... si, la palabra es cuqui; que se podía ver por entonces."Pushing Daisies" o "Criando Malvas" si lo traducimos al castellano, nos llegó de la mano del productor y guionista Bryan Fuller, responsable de éxitos con la saga Star Trek, de otra serie tan original como "Tan muertos como yo"; o de parte del éxito de la malograda "Héroes". Se trata de una serie que es difícil catalogar, puesto que tiene un poquito de comedia, un poquito de romance, algo de drama, algo de toque procedimental de tramas autoconclusivas por capítulo, e incluso algún que otro momento musical cortesía de esa pequeña y supermona actriz (aunque de gran voz) llamada Christine Chenoweth. Y todo ello aderezado con grandes toques de color e imaginación, al más puro estilo de Tim Burton (o de la exitosa peli francesa Amelie, como han comparado otros seriefilos) aunque por su puesto, es un proyecto con personalidad propia y tan original y diferente de todo lo que hayáis visto que merece la pena echarle un vistazo. Da pena pensar que, por motivos imposibles de comprender, la serie solo cuente con dos temporadas, o prácticamente, una y media, dado que le pilló por medio la tremenda huelga de guionistas de 2008 que tanta lata nos dio a los amantes de las series. Sin embargo, cuenta con final que cierra las tramas más importantes que estaban abiertas en ese momento de manera satisfactoria, y que deja sensación de cierre, a pesar de dejar también algunos cabos sueltos para el caso de que continuara. Pero antes de que sigamos hablando... ¿De que va la serie? ¿Y a que viene que yo ande hablando ahora de ella, tanto tiempo después de su cancelación? Tranquilos, ahora responderemos a esta pregunta.
Los hechos eran estos: en "Pushing Daisies" conocemos la historia de Ned, un joven y tímido pastelero de gran talento, y no solo con las tartas, sino que posee también, un don especial. Ned puede revivir a los muertos con un solo toque, pero su don no es cualquier cosa, tiene letra pequeña. El primer toque, revive, pero el segundo, da la muerte de nuevo, y permanentemente, de modo que nuestro pastelero jamás puede tocar otra vez a nada que haya revivido previamente, ya sea vegetal, animal o humano. También, si aquello que revive permanece con vida más de un minuto, otro ser vivo de características similares ha de morir en su lugar. Ned descubre ese don en la infancia, y un mal día, lo utiliza para revivir a su madre, que fallece por una caída. Pero naturalmente, el pequeño la permite vivir más de un minuto, lo cual acarrea sus consecuencias... en la casa de en frente, cae muerto el padre de la pequeña Charlotte, la niña de la que Ned esta locamente enamorado, su primer amor. Ned decide permitir que su madre vuelva a morir tras darle un beso de buenas noches, y después de eso, su destino se separa del de Charlotte, puesto que su padre lo deja interno en un colegio para chicos donde Ned pasará una infancia solitaria y triste. Por su parte, Charlotte será criada por sus dos excéntricas tías, Lilly y Vivian, antiguas campeonas de la natación sincronizada, conocidas como las "Sirenas Doradas", y en la actualidad más bien dos solteronas que se han aislado del mundo, y con las que la muchacha pasará una existencia de reclusión. Los caminos de Ned y Charlotte no volverán a cruzarse hasta mucho tiempo después. Para entonces, Ned ya se ha convertido en el pastelero, dueño de la pastelería "The Pie Hole", y ha decidido usar su don de un modo muy particular: se ha unido al detective privado Emerson Cod, al que ayuda con su poder a resolver toda clase de asesinatos, reviviendo a las víctimas durante un minuto para que puedan explicar quien les mató, y se reparten las recompensas. Pero estando así las cosas, un día aparece una víctima a la que Ned no será capaz de dar el segundo toque que debería devolverla a su estado de muerta para siempre... la propia Charlotte, que ha sido asesinada mientras viajaba en un crucero. Ignorando las consecuencias y la letra pequeña de su don, Ned la dejará con vida, aunque eso implique no poder volver a tocarla. Y eso claro esta, es el comienzo del lío. La enamorada del pastelero será una más para repartir las recompensas, lo cual no hace mucha gracia a Emerson Cod. Y tampoco estará muy contenta la camarera del "Pie Hole"; Olive Snook (Christine Chenoweth en estado puro) la cual esta perdidamente enamorada del pastelero.
La serie comienza teniendo la clásica estructura procedimental de "un caso por capítulo"; pero en su segunda temporada, profundiza mucho más en su mejor baza: sus personajes. Se exploran mucho más las relaciones entre ellos, su pasado, y los lazos del destino que los han unido. Y lo que es aún más sorprendente e importante: descubrimos que, bajo todo el color y la fantasía de esos decorados burtonianos, subyace en todos ellos una gran soledad y una gran tristeza, que solo ha encontrado consuelo en la amistad, el amor y la compañía de los otros. Y es ese contraste, el de los colores y la monería con la soledad, el aislamiento emocional (bien representado en la eterna distancia física que Ned y Charlotte deben guardar) y la tristeza lo que hace esta serie tan única y deliciosa, y lo que hace que recuerde tanto al genial director de "Pesadilla antes de Navidad" o "La Novia Cadaver". Pronto descubrimos que bajo la fachada de duro de Emerson hay un hombre al que le arrebataron algo muy importante que desea recuperar (no diré que para no estropearos la sorpresa si la veís) o que bajo las canciones de Olive hay un gran dolor por no ser correspondida por el hombre que ama. E igualmente, un secreto inmenso separa a las tías de Charlotte, y amenaza con destrozar la relación de las dos hermanas, además de ser uno de los motivos de su reclusión. Todo ello conforma un puzzle único de personajes unidos por unos hilos casuales que, poquito a poco, y a base de romper sus propios muros (y de resolver unos cuantos casos) se irán fortaleciendo. Y ese será el mejor ingrediente del pastel que degustaremos en esta serie.
Yo os recomiendo que la busquéis por Internet (que quien busca encuentra) o que esteis atentos a su posible emisión en la 1 o en 2 de tve, vía donde yo he podido ver al menos la primera temporada, y motivo por el cuál, he buscado la segunda online para poder ofreceros hoy esta reseña. Si os tira para atrás que este inconclusa, yo os recuerdo de nuevo que, si bien el final deja algunas opciones abiertas, para el caso de que la serie continuara, sin duda se ocupa de dejar bien ancladas las tramas de importancia y deja la suficiente sensación de despedida y cierre como para no sentir que te han dejado colgado. Al menos, eso me ha parecido tanto a mi como a otros internautas cuyas opiniones he leído en otras webs y blogs antes de escribir mi reseña.
Si os decidís a verla, disfrutareis de una serie diferente, adorable en todos los sentidos, llena de fantasía y sensibilidad, que trata la muerte con humor y que es totalmente distinta a casi cualquier cosa que se haya hecho hasta ahora. Seguro que os gustará, y... perdonadme la abundancia de fotos, pero es que... ¡¡Eran tan monas que quería ponerlas todas!! Ja ja ja. En fin, si ya habéis visto "Pushing Daisies", será estupendo compartir vuestra opinión en los comentarios. Y si no... ¿A que estáis esperando? ¡¡Nos vemos pronto!!