El capitán azulgrana hace gala una vez más de su honestidad al anunciar que abandonará el equipo al final de temporada, a la vez que el secretario de Estado protagoniza una polémica e inoportuna defensa de la entidad en el caso Neymar
Fuente: sport.es
Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, y Carles Puyol, capitán del Barcelona, han defendido esta semana al club azulgrana en distintos momentos y por diferentes causas con un resultado muy dispar. Mientras que el mandamás del deporte español ha enarbolado la bandera de la entidad catalana en el asunto del polémico fichaje de Neymar, que tiene al club imputado en los tribunales, provocando toda una batería de críticas en su contra por lo inoportuno e inconsistente de sus argumentos, el gran capitán ha dado muestras una vez más de su honradez profesional y personal al anunciar que abandona el club porque las lesiones no le permiten continuar al nivel que exige el equipo de sus amores. Esta decisión nunca es fácil de tomar, y menos cuando todavía disfruta de dos años más de contrato, muy bien pagados, a los que renuncia por honestidad, al no verse en condiciones de seguir. Esta sincera postura no solo honra a la persona, sino también a la entidad que le ha tenido en sus filas durante 17 años y que le ha instaurado como su imagen al darle el brazalete de capitán desde hace muchos años. Por el contrario, una protección como la que ha llevado a cabo el jefe del deporte español ha causado más daño que beneficio a la imagen del club al que quería preservar.Fuente: vozpopuli.com
En un artículo publicado en el diario El País el pasado 3 de marzo (pincha aquí si quieres leerlo), Cardenal se "rebela" contra el acoso y la acusación que, asegura, está sufriendo el Barcelona en el caso Neymar. Con una estrategia muy manida de enumerar las numerosas actuaciones que realiza el club azulgrana en favor del deporte español, el secretario de Estado para el Deporte llega a afirmar que "nadie piensa que alguien vinculado al Barcelona se haya apropiado de cantidad alguna". Esta osada declaración podría costarle caro al también presidente del Consejo Superior de Deportes, pues el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que investiga las supuestas irregularidades que ha descubierto en el fichaje del astro brasileño, todavía no ha acabado las diligencias, y no se descarta que además de la entidad catalana al final algún responsable del club tenga que afrontar las consecuencias penales de la falta de claridad de dicha contratación. Además, el político da por hecho que si el club ha dejado de pagar a Hacienda alguna cantidad que le correspondía por esa operación económica, ha sido por error y no por querer ahorrarse uno cuantos millones: "Me consta la voluntad de sus directivos de cumplir la ley, como es tradicional en ese club, lo que implica, si se hubieran equivocado en algo la rectificación".El club defrauda por error
Fuente: vozpopuli.com
Es decir, Miguel Cardenal o sabe lo que va a pasar, conocimiento realmente complicado, o se aventura a realizar una predicción inconsistente, pues no se conoce bien en qué basa su seguridad. Es más, insiste, con otras palabras, en que si el Barça no había afrontado inicialmente los impuestos que le correspondían por la operación del fichaje de Neymar fue por error. Como haciéndonos creer que la entidad azulgrana no tiene profesionales que conocen al dedillo los aspectos tributarios de una operación de este calibre. Nada más lejos de la realidad. Y lo que es peor, culpa de la situación por la que está pasando el club catalán no al tejemaneje de sus responsables, sino a "la sana rivalidad, frecuentemente desplazada por un enfrentamiento enfermizo". Y compartiendo con él que el enfrentamiento entre Real Madrid (al que no menciona) y Barcelona traspasa numerosas veces los límites de la sensatez, el secretario de Estado da pábulo con estas expresiones a teorías conspiratorias y noticias sin fundamento defendidas exclusivamente por forofos. Porque si alguien es culpable de este dislate, son únicamente los que firmaron los contratos. Y nadie más.Fuente: público.es
Una prueba de que este catedrático del Derecho del Trabajo y la Seguridad Social por la Universidad de Extremadura ha metido la pata han sido las reacciones que ha causado su misiva. Las de los políticos de la oposición se pueden entender, pues aprovechan cualquier error para cebarse con el gobierno. Pero las del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javeir Zaragoza, acusando al secretario de Estado de "injerencia ilegítima e inadmisible en la actuación judicial incompatible con el mínimo respeto institucional exigible a un cargo público", es representativa de la excesiva e inoportuna defensa del Barcelona efectuada por Cardenal. Este experto en derecho deportivo debería saber que Hacienda somos todos, incluido él. Y como cargo público que se precie, debería mirar principalmente por el bien de todos, que es el erario público, y no por los intereses de una entidad privada, por mucha marca España que represente y aunque "presuma de ser el equipo de fútbol que más impuestos genera en el mundo", como escribe Cardenal.Defender la españolidad del Barcelona
Fuente: público.es
Porque este es otro tema. Como este experto en derecho deportivo no es tonto, es factible pensar que sus superiores (con el presidente Marinao Rajoy a la cabeza) han visto una buena ocasión en este momento delicado del club catalán para defender la españolidad del Barcelona y de Cataluña. Miguel Cardenal lo ha negado por activa y por pasiva. Pero la duda queda, pues si no hay nadie detrás de esta iniciativa, la metedura de pata es monumental, hasta tal extremo que en un país serio le debería costar el cargo. Su estrategia podría resultar eficaz, pero es fácil pensar que muy pocos, por no decir ningún independentista o nacionalista, van a cambiar de opinión por este ramalazo de barcelonismo en las autoridades españolas. Se puede entender este esfuerzo por evitar fracturas y facilitar acercamientos, pero el club azulgrana nunca ha destacado por defender nada que tenga que ver con el color rojo y gualda, aunque en el extranjero la gran mayoría lo identifica con este país, sino más bien al contrario. No hay que olvidar que sus últimos presidentes (Laporta y Rosell) siempre han puesto el Camp Nou a disposición del proyecto separatista. Incluso cuando Miguel Sebastián era ministro de Industria y Turismo en el Gobierno de Zapatero, la entidad que es más que un club rechazo firmar un acuerdo para, precisamente, promocionar la marca España. Pacto que sí fue ratificado por el Real Madrid. En consecuencia, justificar un posible delito fiscal para reivindicar la españolidad de una entidad que no quiere serlo, no tiene pinta de tener efectos positivos.Fuente: rtve.es
Y frente a Miguel Cardenal emerge la figura del gran capitán azulgrana. La postura de Carles Puyol anunciando con gallardía y naturalidad su pena por verse obligado a dejar el club cuando acabe la temporada debido a su maltrecha rodilla engrandece aun más su ya de por sí excelsa figura. Otro jugador que no tuviera la profesionalidad por bandera se escudaría en sus dos campañas más de contrato para seguir cobrando por la cara. Pero Puyi no es de esos. Este leridano de Puebla de Segur no podrá imitar a su admirado Maldini en su hazaña de seguir en la élite hasta los 40. Pero su estancia en club catalán ha dejado profunda huella, y no solo por sus 21 títulos sumados con la camiseta blaugrana, una gran parte levantados por él, y por estar considerado como uno de los mejores centrales del mundo durante la última década, sino porque es de esos iconos estimado y considerado hasta por sus principales rivales. Este racial central es de los más respetados entre todas las aficiones, incluida la madridista, pues siempre ha sabido eludir las polémicas banales y ha impuesto cordura en los momentos más tensos, sin dejar nunca de salvaguardar los colores de su equipo. Tuvo detalles que engrandecieron su figura, como cuando abroncó a Alves y a Thiago cuando se pusieron a bailar en Vallecas tras un gol de su equipo, o cuando en el Bernabéu le quitó a Piqué de las manos un mechero que habían lanzado desde la grada y que la pareja de Sakira iba a entregar al colegiado.Sufre ataques de los más radicales
Fuente: ecodiariio.eleconomista.com
Puyol siempre ha presumido de catalán por los cuatro costados. Fue el jugador que cuando España ganó los dos últimos Europeos y el Mundial, lució la bandera de Cataluña en la celebración, por lo que recibió numerosas críticas de los otros nacionalistas, como si la enseña de la comunidad catalana no fuera una más de las 17 oficiales que hay en este país. Pero a la vez, nunca ha puesto la más mínima pega a formar parte de la selección española y ha celebrado sus triunfos como el primero. Es más, en Cataluña ha recibido duros ataques de los sectores más radicales por poner a su hija el nombre de Manuela, considerado más español que propio de esa tierra. Es decir, este defensa de los de valor y entrega, querido y admirado por la gran mayoría de los aficionados al fútbol de este país, solo ha sentido el desafecto de ultras y descerebrados. Lo que habla muy bien de él. Carles Puyol es de esos profesionales que dan brillo al club al que pertenecen por los valores que representa: entrega, franqueza y honradez. Y esto vale más que cualquier estrategia política o mediática.Alejandro Posilio
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