Con una hora de retraso os traigo la entrada del día. Ya os comenté esta mañana en twitter que no tenía Internet desde ayer, así que no he podido programas las de esta semana. Ahora que por algún extraño motivo está conectado, intentaré programar las entradas de la semana, por si mañana no funciona.
Hoy os quiero dejar la reseña de un libro que leí en verano (tengo entradas desde hace mil) y que todavía no pude subir. La verdad es que no me ha gustado mucho la historia, así que espero que si lo pensáis leer os guste más que a mí. Como apunte, decir que esta reseña la escribí en verano, por lo que tiene puntuación como las anteriores (no sé si os habéis dado cuenta, pero las últimas reseñas no tienen puntuación). Espero que os guste.
Título: Quantic Love Autor: Sonia Fernández-Vidal Editorial: La Galera Precio: 17,95€ Páginas: 240 Sinopsis: Quantic Love es la novela que resuelve la ecuación del amor.
En el CERN, el centro de investigación más avanzado del mundo, entre experimentos de viajes en el tiempo y de teletransportación, entre partículas que superan la velocidad de la luz y otras que revelan el origen del Universo, la joven Laila se enfrenta al mayor misterio que existe: cómo decidir entre dos amores. Por un lado, Alessio, un atractivo periodista; y, por otro, Brian, un cerebral científico que oculta un gran secreto.
Laila es una jóven sevillana con un único objetivo, trabajar durante el verano para poder pagarse su primer año en la universidad. Una vez allí conoce a Angie, su compañera de piso, que convierte un verano sacrificado y duro en algo inolvidable; un verano en el conocera a gente nueva que le abrirá nuevas fronteras y la harán sentirse como en casa. Amigos y compañeros con los que intentará resolver la ecuación del amor.
Tengo que reconocer que cuando esta novela salió a la venta no me llamó especialmente la atención en sí misma. Más bien quería leer algo de la autora, que tanto reconocimiento había adquirido tras La puerta de los tres cerrojos, que tiene varias ediciones y que se ha traducido a varios idiomas. Tenía curiosidad por saber cómo acerca la ciencia a las personas que estamos más alejadas de ella. Así que cuando pude leer este libro, lo hice con ganas, pensando en las cosas que me podría encontrar. Y la verdad es que aunque es una lectura entretenida, poco más tiene que aportar.
Empecemos por el principio. O lo que es lo mismo: por Laila. Esta chica ha sido muy criticada por la blogosfera, y aunque al principio no entendía muy bien por qué, a medida que iba pasando las páginas me iba quedando claro el motivo. Al principio no tiene nada de malo. Es una chica que anda un poco perdida, sin saber muy bien qué hacer, pero hay que entender que se encuentra en un país desconocido, sola y en medio de mucha gente que parece que habla un idioma que ella no logra entender. Por partida doble. Hasta ahí bien. Mi problema llega cuando la chica conoce a los dos chicos que forman el ¿triángulo amoroso? de esta novela. A partir de ahí, su vida en el CERN gira en torno a ellos dos. Ella solita se monta películas en las que sale con uno y otro, y en las que ella es la única cosa que importa. Se vuelve excesivamente insegura, caprichosa y demasiado dramática. El resto de personajes, aunque son simpáticos, no aportan nada especial; están demasiado estereotipados: el chico guapo, el chico listo, la chica sexy, la chica que le hace la vida imposible... etc. Aún así, Angie es un personaje que me ha llegado a gustar, y al que la autora le ha dado algo de trasfondo, aunque tampoco es para tirar cohetes.
En cuanto a la historia de amor, supongo que adivináis por dónde van los tiros. En primer lugar, es demasiado rápida. Los chicos se conocen un día, y Laila ya está pensando en tener una historia de amor con cualquiera de ellos (y digo con cualquiera porque a ella no le importa especialmente). Además creo que la historia está enfocada de una forma equivocada. No me creo que esta chica, en dos meses y medio que va a estar en el CERN quiera vivir una verdadera historia de amor. Es decir, está en un país extranjero, donde no conoce a nadie y del que tarde o temprano, se tendrá que marchar. Partiendo de ahí ninguna persona con dos dedos de frente se montaría una película semejante a la que se monta Laila.
Sonia Fernández-Vidal
Obviando esos dos grandes problemas, la historia es bastante entretenida. Para no pensar mucho en las cosas que hay detrás de los hechos para no fruncir mucho el ceño, pero entretenida. Cuando la estás leyendo te falta tiempo para pasar las páginas de lo fresca que resulta su lectura. La narración es muy sencilla, y la trama de la amistad y el amor verdadero se va intercalando con anécdotas sobre científicos y escritores, y con explicaciones sobre ciencia. Esto es un punto a tener en cuenta: para aquellos que somos más de letras que de ciencias, esta novela resolverá nuestras dudas sobre las cosas que nombra. Cosas que parecen tan alejadas de nuestra realidad y que están tan de moda, como el bosón de Higgs o los neutrinos, son explicados aquí de una forma muy cercana, muy amigable.-Es perfecto para explicar cómo Einstein llegó a deducir su teoría de la relatividad.
-La verdad es que yo nunca he entendido esta teoría –reconocí.
Para mi sorpresa, de repente Brian se levantó de la silla y se sentó por fin a mi lado.
-Una vez, en una entrevista le comentaron lo mismo que has dicho, y puso este ejemplo: “Si estás al lado de una chica bonita durante dos horas, creerás que ha pasado un solo minuto. Pero si te sientas encima de una plancha candente unos segundos, creerás que han pasado dos horas. Esto es la relatividad”.El vino empezaba a hacer su efecto y me sentí lo suficientemente juguetona para poner en jaque a mi acompañante.
-Y para ti… ¿cuánto tiempo ha pasado? ¿Dos horas o un minuto?
En cuanto al final... no me ha parecido un mal final, aunque tampoco hay nada destacable. Es muy happy flower, aunque viendo el resto de la novela tampoco se podía esperar otra cosa. Quiero decir... ¿qué otro final podría haber sido?
Por supuesto, no puedo terminar la entrada sin hablar de la banda sonora y la edición. La banda sonora está interpretada por Nikosia, un grupo al que conocí gracias a Retrum y que cada vez me gusta más. Esta canción también tiene su miga para escucharla mientras vas leyendo. La edición es la típica de las de La Galera: repleta de pequeños detalles y dibujitos que te meten en la historia. Y no falta el mensaje final que suele haber en la colección Luna Roja, en este caso un poema.
En resumen, por una parte, la historia que narra Quantic Love me ha parecido muy divertida. La idea de una chica que no sabe muy bien qué hacer, que llega a un centro donde todo el mundo es un lumbreras y se encuentra perdida me llama mucho la atención. Y encima la autora se encarga de hablarnos de ciencia de una forma simpática, sin calzador y de forma sencilla. Pero a partir de la mitad de la novela, Laila se vuelve una plasta y juega a dos bandas continuamente, montándose historias que son dignas de la reina del drama. En este sentido no he podido dejar de fruncir el ceño con las ideas de esta chica, que parece que pierde la cabeza. ¿Y vosotr@s? ¿Habéis leído el libro? ¿Lo pensáis hacer? ¿Estáis de acuerdo con mi opinión? ¿Por qué? ¡Nos leemos! Poy