¿Que aviones nos sobrevuelan en Catacocha?

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Ya sé que el titular suena muy poco interesante, pero es un tema que a mí me apasiona aunque comprendo que es de bastante poco interés general.Hoy me he levantado con ganas de escribir sobre un tema de esos que a nadie interesa por mi noche en vela anterior con las malditas preocupaciones y me da por fumar en la ventana mirando al cielo viendo pasar aviones, o en algunos casos luces raras que no voy a explicar, ni puedo, porque me tacharíais de demente, pero verlas se ven.
Catacocha está en la “autopista aérea” de vuelos con rumbo 172º sur / 344º norte y por su situación geográfica rodeada de aeropuertos como el de Catamayo, Santa Rosa o Cuenca, que en términos de aviación están relativamente cerca, integra una ruta segura, pues los vuelos nunca se suelen realizar en línea recta o trayecto más corto, sino que van variando rumbos para pasar por cercanías de diferentes aeropuertos por si cualquier incidente les hiciera realizar un aterrizaje de emergencia.

Los destinos de los aviones que vemos diariamente con rumbo sur son Lima (Perú) y Santiago (Chile), que vienen de diferentes destinos como Quito, Guayaquil, Panamá, New York, Miami, Houston, Atlanta y con menos frecuencia Toronto (Canadá), de las compañías tan dispares como LAN, Delta Airlines, American Airlines, Copa Airlines o Air Canadá.
Cuando pasan por nuestra ciudad estos monstruos del aire que son los Airbus 320 o Boeing 737 (aviones con una capacidad promedio de 200 pasajeros), que suelen ser los más habituales en esta ruta, lo hacen a una velocidad promedio de unos 850 km/hora y sobre unos 35,000 pies de altura (10.000 mts) por lo que es difícil verlos en la mañana con la cantidad de nubes que solemos tener, pero por la noche y por la potente iluminación que llevan son fácilmente visibles.
Me parecía excesivamente “friki” poneros los horarios de cuando pasan, pero os diré que durante la noche se concentran la mayoría, aunque todo el día están de un lado para otro y yo soy de los que me quedo embobado mirándolos. La mayoría de los que me leéis ya sabéis que soy un fanático de la aviación y piloto frustrado, como os conté en un post anterior, por lo que no os extrañe si me veis alguna vez absorto mirando el cielo.