¿Qué barreras se encuentran los jóvenes españoles para buscar empleo?

Aunque ha habido un pequeño descenso, el paro juvenil está preocupando y mucho a la sociedad, ya que los datos siguen siendo bastante alarmantes. Según los últimos estudios del Consejo de la Juventud de España, el 21,5 % de los jóvenes menores de 30 años han conseguido emanciparse en nuestro país, lo que esto quiere decir que un 80 % sigue viviendo con sus padres. Unas cifras que reflejan la difícil situación que están atravesando la mayoría de jóvenes en el mercado laboral.

La tasa de paro de los jóvenes por edades es la siguiente: los menores de 25 años rozan el 51,4 %, los jóvenes de 25 y 29 años alcanzan el 30 % y por último los de edades entre 30 y 34 años, superan más del 24 %.

¿Impresionante, verdad?

Asimismo, un análisis realizado por la OIT (Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias 2016) revela que el país podría tardar al menos 10 años en estabilizarse. Según los expertos, uno de los grandes problemas en la economía española son los contratos cortos, empleos temporales que duran días o semanas. Además, el informe alertaba de que había un elevado número de familias que tocaban el umbral de la pobreza y se colocaban por encima de la media de los países europeos. La cifra ha aumentado de un 27,3 % en 2013 a un 29,2 % en 2014.

Y ante este panorama desolador, la consultora MCKinsey realizó un estudio donde se hicieron eco gran parte de los medios de comunicación españoles sobre los puntos débiles del sistema educativo español, que se traducen en estas cifras de paro juvenil tan deprimentes. Y, de forma resumida, argumentaba lo siguiente:

Muchos estudiantes no pueden permitirse estudiar en la Universidad. Un 29 % de los jóvenes encuestados sostiene que no pueden pagar esos altos costes. Y no solo se refieren a las matrículas, sino al coste de vida, mantenerse los cuatro o cinco años que dura la carrera, donde en la mayoría de los casos, el estudiante tiene que cambiar de ciudad.

Aunque los estudios de Formación Profesional tienen un nivel inferior de desempleo que los estudios universitarios, sigue considerándose inferior. El 28 % piensa que la sociedad valora más una carrera, no obstante el 77 % de los universitarios cree que estudiar un FP tiene más salidas laborales.

El estudio critica que las instituciones académicas no se han adaptado al nuevo panorama de crisis económica y financiera del país. No hay comunicación entre empresa e instituciones, por lo que los estudiantes no sabrán qué habilidades son las que demandas estas pymes. Y citaban este ejemplo: mientras que los empleados de la construcción han disminuido un 62 % desde 2005, los estudiantes de arquitectura han aumentado en un 174 %.

Las pymes prefieren contratar a personal con experiencia y no invertir su tiempo ni dinero en formación para el empleado. Además, a esto se le suma la cantidad de parados con experiencia sin trabajo.

Un 73 % de los encuestados está de acuerdo de que nadie les ha enseñado a redactar un currículo, ni tampoco nadie les ha explicado qué salidas profesionales hay o cuáles son los salarios. Informar a los estudiantes, según el estudio, reduce un 4 % el desempleo en los primeros 6 meses después de la graduación, mientras que la ayuda en la elaboración de currículos lo reduce en un 15 %.

No todos los estudiantes españoles (de la Universidad y de un FP) realizan prácticas durante la formación, por lo que accederán al mercado laboral sin ninguna experiencia profesional.

Como podéis comprobar, el problema número uno de nuestra economía es el desempleo en general y donde deberían centrarse todas las miradas políticas de forma prioritaria para acabar de una vez con este problema, que está afectando cada vez a más familias.

Que ninguna universidad española destaque a nivel internacional es una pista de que algo no está funcionando. ¿Creéis que la solución a esto sería una educación más práctica y orientada a las necesidades de las empresas actuales? ¿Cuál es vuestra opinión?

En este día...