Son muchas las veces que probablemente hayáis escuchado que dormir con el móvil encendido es malo, pues bien, hoy analizaremos en detalle este tema para contaros los datos más recientes. Por un lado, esta práctica es consecuencia de la dependencia que nos causan estos terminales, por ello incluso cuando nos vamos a dormir lo dejamos encendido.
En realidad, cualquier dispositivo encendido en la misma habitación en la que dormimo perjudica los hábitos del sueño. Tanto es así, que los expertos ya han calificado a esta acción como una nueva patología del siglo XXI denominada “insomnio tecnológico”. Pero el problema no son solo los móviles, es decir, que la luminosidad de cualquier pantalla afecta el sueño. De hecho, «cuanto más grande es la pantalla y más luminiscencia tiene, más perjudica.
Los últimos estudios científicos advierten que estos dispositivos emiten una luz que miramos antes de irnos a dormir y reduce la melatonina además de que nos cuesta más tiempo dormirnos. Este retraso del reloj circadiano y el retraso en la fase REM también nos perjudica al despertarnos porque reduce nuestro estado de alerta.
En cualquier caso, debemos saber que el uso nocturno de internet y otras aplicaciones tecnológicas han desplazado a la televisión como principal causa del retraso a la hora de dormir o de la inestabilidad de nuestro sueño. Y es que estos dispositivos emiten demasiada información que hace que nuestro cerebro se hiperexcite, por lo que hace que se consume el consumo de fármacos para dormir.
Para evitar estos problemas, E¡es aconsejable desconectar todo una hora antes de acostarnos y mantener los móviles y portátiles apagados y fuera de la habitación durante el sueño.
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