En 1918, el día 11 de noviembre, 11/11, el bosque de Compiègne y aproximadamente a las 11 de la mañana, se firmó un armisticio para el cese de las hostilidades del frente occidental de la “gran guerra”.
Unos años antes, Peter Deunov, fundador de la Fraternidad Blanca Universal (ver nota) había dicho en una conferencia, que la gran guerra sería la última guerra, dado que en pocos años entraríamos en la era de Acuario. Hoy sabemos que se equivocaba no solo en la entrada en la era de Acuario sino también en que no fue la última gran guerra.
Sin embargo, los seguidores de la Fraternidad Blanca Universal tomaron como una especie de señal del destino que el armisticio se firmara un día 11 de un mes 11, a las 11 de la mañana y atribuyeron la virtud del punto de inflexión en los hechos. Es decir, la creencia implícita que el momento 11:11 tiene alguna significación especial.
Los atentados del 11S en Nueva York, los del 11M en Madrid han vuelto a poner en el candelero este número. Podemos encontrar decenas de artículos que referencian a 11:11 inicios o fines, generaciones y declives y toda suerte de creencias.En realidad, estamos ante un fenómeno de sesgo de confirmación, que quiere decir que buscamos la confirmación que la hipótesis 11:11 es correcta aplicando información selectiva, los seguidores del 11:11 perciben una asociación entre los acontecimientos o situaciones y este numero concreto.
Lo curioso del asunto, es que 11:11, en hebreo cabalístico se escribiría 10+1 9+2 que sería בטא י y nos daría la palabra: Energía, que, es significativo.
Nota: Tradicionalmente se atribuye a Omraam Mikhaël Aïvanhov, la fundación de la Fraternidad Blanca Universal, pero lo cierto es que el fundador real fue Peter Deunov, Aïvanhov la hizo grande y le dio popularidad.