En el mundo de la sostenibilidad, fast fashion es un método de diseño, fabricación y marketing, centrado en la producción rápida de enormes volúmenes de ropa. La motivación es hacerlo en el menor tiempo posible para que de esta manera los consumidores tengamos una nueva tendencia que comprar.
Hasta mediados del siglo XX, la industria de la moda funcionaba en cuatro estaciones al año: Otoño, invierno, primavera y verano. Los diseñadores trabajaban con muchos meses de antelación para planificar cada temporada y predecir los estilos que serian tendencia (en estos momentos, las marcas lanzan unas 52 micro-colecciones anuales), pero... Si de algo tiene hambre nuestra sociedad, es de moda, así que la moda rápida tiene tres componentes principales desde la perspectiva del consumidor: Es barata, está de moda y es desechable. Hace que comprar ropa por impulso sea fácil y asequible, animándonos a actualizar nuestro armario con regularidad durante todo el año para mantenernos al día con las tendencias en constante cambio.
Después de la industria energética, la moda es la industria más contaminante que existe en el mundo. Cada vez se acortan más los tiempos entre la fabricación de un producto y su disponibilidad en el mercado, incluso hay marcas que reponen sus diseños dos veces a la semana y en muchos casos, nos generan una sensación de escasez, en plan, sino lo compras ahora, ya no estará disponible. El fast fashion en la moda genera daños irreversibles en el planeta con emisiones de gases contaminantes, energías no renovables, contaminación en el agua por sustancias químicas... Los animales también se ven afectados. En la naturaleza, los tintes tóxicos y las microfibras liberadas en las vías fluviales son ingeridas por la vida terrestre y marina por igual a través de la cadena alimentaria con un efecto devastador; sin olvidarnos de las personas que trabajan haciendo esta ropa. En muchos casos, la ropa se fabrica en paises donde los derechos de los trabajadores son muy limitados o inexistentes aprovechándose de que encima están ofreciéndoles un puesto de trabajo, pero la realidad es que están explotando la miseria y aprovechándose de poblaciones pobres que no tienen más remedio que trabajar por cualquier salario, en cualquier condición de trabajo. Incluso el Parlamento Europeo está utilizando el término "trabajo esclavo" para describir las condiciones laborales actuales de los trabajadores de la confección en Asia por ejemplo.Consejos para no convertirnos en adictxs a la moda rápida:Reduce tus compras: Invierte en algunos artículos de alta calidad cada año que durarán temporada tras temporada. Esto definitivamente lo convertirá en unx compradorx más sostenible y también tendrá un efecto positivo en tu cuenta bancaria.Ponte a prueba: Es posible que tengas en tu armario más de lo que necesitas, más de lo que te pondrías en un mes o incluso ropa que no te estas poniendo en absoluto durante todo un año. Has probado el desafío del proyecto 333?!. Se trata de usar solo 33 piezas de ropa en 3 meses. Probablemente descubrirá que ya está usando la mayoría de la misma ropa de todos modos y el 80% de su ropa está colgada en tu armario esperando a ser usada.Compra ropa de segunda mano: En lugar de comprar ropa nueva todo el tiempo, podemos encontrar algún tesoro en una tienda vintage o de segunda mano.Tunea la ropa cuando no sea de tu gusto: ¿Sabías que las huellas de carbono y de agua se reducirían entre un 5% y un 10% si la vida útil de una prenda de tu ropa se extendiera 3 meses?!. Estamos tan acostumbradxs a tirar nuestra ropa cuando ya no la queremos o cuando se rompe porque es muy fácil comprar ropa nueva y barata, así que añadir accesorios, llevarla a un cose todo y que te añadan, corten, cambien... puedes darle mas vida a algunas prendas.Evita ciertos materiales: Algunos materiales tienen un mayor efecto sobre el medio ambiente que otros. Las telas de animales como el cuero y la piel son algunos de los peores materiales que puede usar porque la crianza de los animales en sí misma emite mucha contaminación, por no mencionar todas las consideraciones éticas.Otros productos como el algodón también tienen un impacto en el medio ambiente, pero aquí puedes optar por comprar ropa hecha de algodón orgánico. En general, la moda rápida utiliza muchos productos químicos agresivos que no son exactamente buenos para el medio ambiente. Entonces, cuando vaya de compras, recuerda verificar qué materiales se utilizan para producir su ropa.
Las personas que apuestan por el fast fashion suelen argumentar que gracias a esta globalización en la moda, e
stas cadenas disponen de tiendas en casi cualquier ciudad importante del mundo, haciendo que las novedades lleguen a todos los rincones del globo siendo accesible ir a la moda para todas las personas y bolsillos.Se ha democratizado las tendencias puesto que en un par de semanas lo que triunfa en las pasarelas mas prestigiosas del mundo, lo podemos encontrar en tiendas muy parecido.Estrenar ropa induce a cierta satisfacción emocional. Adquirir algo nuevo produce una sensación de emoción (sin embargo, según cómo se haya adquirido esa pieza, el sentimiento será más o menos superficial y se prolongará más o menos en el tiempo).Más de la mitad del volumen total de ropa que fabrican marcas como Zara y H&M acaba en la basura en menos de un año. La gran paradoja en nuestros hábitos de consumo es que hoy compramos cuatro veces más ropa que en los años noventa y el 40% de la ropa que guardamos en el armario jamás se usa. El uso medio de las prendas antes de tirarlas, se sitúa en 7 veces. Lo cual significa que algunas de ellas las utilizamos menos veces, o incluso una, o ninguna.