¿Qué es el vamping?

Vamping es un nuevo término que se aplica a los niños y adolescentes que se conectan a la red a través de los dispositivos electrónicos hasta altas horas de la madrugada. Los niños utilizan el ordenador, el Tablet o un smartphone para hablar con sus amistades, jugar a juegos online, consultar páginas web, etc. Teniendo en cuenta que hasta el 65% de los niños con edades comprendidas entre 8 y 12 años ya poseen un teléfono móvil, el riesgo de que practiquen vanping es elevado.

Parece que no hay bastante con conectarse a la red durante el resto del día, faltan horas y por ello se conectan por la noche, no importa si pierden sueño y por la mañana se levantan cansados y somnolientos, por la noche volverán a repetir. ¿Qué es el vamping? Se podría definir como la costumbre de estar conectado frente a una pantalla a altas horas de la noche, esto da lugar a definir con otros términos al niño o adolescente que hace vanping, le denominan phombie.
A lo largo de este año, se han realizado varias campañas para concienciar a la población sobre el riesgo de engancharse a las pantallas hasta altas horas de la noche. En principio estas campañas estaban orientadas a los jóvenes y adolescentes, pero sabiendo que también los niños corren el riesgo de convertirse en phombies, es necesario que los padres controlen el uso que los niños hacen de los dispositivos móviles, poniendo en marcha normas y restricciones para evitar los excesos. Además, la noche parece amplificar los riesgos presentes en la red, ciberbulling, sexting, grooming, son algunos de los peligros que, aunque pueden darse a cualquier hora del día, son mucho más habituales durante las conexiones nocturnas.

Los niños que practican vanping pierden muchas horas de sueño, algunos estudios apuntan que como mínimo duermen 90 minutos menos de lo recomendado. Recordemos que hace unos meses hablábamos de un estudio que apuntaba la necesidad de evitar que los niños durmieran con sus dispositivos móviles para prevenir un peor rendimiento físico e intelectual. En el mencionado estudio realizado por la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, se determinaba que casi tres de cada cuatro niños con edades comprendidas entre los 6 y los 17 años poseían algún dispositivo electrónico en su habitación mientras dormía, estos niños dormían una hora menos que los que no tenían ningún dispositivo en su habitación.

Además de la pérdida de sueño, los niños sufren nerviosismo, aislamiento social o irritabilidad, no piden ayuda si la necesitan, se pueden convertir en víctimas de los riesgos antes mencionados y por supuesto el rendimiento escolar disminuye de forma significativa, algo obvio por no haber descansado adecuadamente.

Pero, ¿por qué practican los niños y adolescentes el vanping? Tener mucho que hacer durante el día, el colegio, las actividades extraescolares, ayudar en las tareas del hogar, etc., les resta tiempo para ellos mismos y lo sacan de las horas de sueño. A esto hay que añadir que la noche les brinda tranquilidad e intimidad, nadie les interrumpe puesto que el resto de la familia está durmiendo. Pero no se trata de perder una hora de sueño, las consecuencias de esta dependencia tecnológica abarcan mucho más, puede provocar además de los problemas citados, sedentarismo, sobrepeso y obesidad.

Cada niño tiene necesidades de sueño diferentes, pero la recomendación es que los niños en edad preescolar duerman al menos 11 horas todos los días, los niños en edad escolar unas 10 horas y los adolescentes un mínimo de 9 horas. Para poder lograr esos tiempos de sueño es necesario que los padres desde que los niños son pequeños, tomen medidas como prohibir dormir con los dispositivos y colocarlos fuera de las habitaciones previamente desconectados, establecer otras rutinas como escuchar música o leer un libro antes de irse a dormir, etc. Sobre este tema os recomendamos leer este artículo publicado en el periódico digital The New York Times.

Foto | Vassilis Online

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