Mis ansias de ser escritora se las llevó el tiempo y el darme cuenta de que nací con habilidad para ciertas tareas, pero no desde luego con el don de la escritura; lo más a lo que me atrevo es a escribir pequeñas reseñas para este blog, con desigual fortuna. Es verdad que tengo escrito un mini relato en inglés del XVIII/XIX imitando el estilo de Jane Austen y un relato corto también con cierto tono austeniano; fijaos qué osadía la mía! Locuras de juventud!
¿Qué es escribir? Aun careciendo del “don” me gusta leer sobre la tarea de escribir. Tengo en mi biblioteca algunos libros sobre esta temática: “La escritura desatada. El mundo de las novelas” de José-Carlos Mainer, “Escribir” de Marguerite Duras, "El derecho y el placer de escribir” de Julia Cameron, “El arte de la ficción” de John Gardner, “La magia de escribir” de José Antonio Marina, ... Ahora estoy leyendo “Cómo escribir sobre una lectura“ de la Editorial Alba.
Para Julia Cameron,
“El acto de escribir, la aspiración a hacerlo bien, es puro vértigo, puro proceso, tan emocionante como tensar un arco. Dar en el blanco creativo, con la frase que expresa exactamente lo que ves brillar en el horizonte, hace que la persecución merezca la pena; pero la persecución en sí misma, las cosas que uno caza al vuelo por el rabillo del ojo, también es importante. Me gusta cuando escribo bien, pero, ante todo, me gusta escribir”.Marguerite Duras dice,
“La soledad de la escritura es una soledad sin la que el escribir no se produce, o se fragmenta exangüe de buscar qué seguir escribiendo. Se desangra, el autor deja de reconocerlo (…). Alrededor de la persona que escribe debe haber una separación de los demás. Es una soledad. Es la soledad del autor, la del escribir.”Al leer estas palabras de Marguerite Duras no puedo evitar recordar a Virginia Woolf y su estupendo ensayo “Un habitación propia”, o imaginarme a Jane Austen en la habitación común intentando escribir y esconder lo escrito a la vista de los otros…
Ya voy a concluir estas reflexiones de hoy, con un párrafo de John Gardner, del libro que os menciono arriba “El arte de la ficción”; aunque pueda parecer un poco pesimista sobre la literatura actual, os puede dar ánimo a aquellos de vosotros que tenéis intención de publicar o estáis comenzando con esta ardua labor de escribir.
“Aunque aprender a escribir es algo que lleva tiempo y muchísima practica y dedicación, escribir a la altura de los criterios ordinarios de este mundo es algo relativamente sencillo. De hecho, casi todos los libros que uno se encuentra en los grandes almacenes, en lo quioscos e incluso en las bibliotecas de las ciudades pequeñas ni siquiera son libros bien escritos; en absoluto. Un chimpancé avispado que tuviera un buen profesor de Escritura Creativa, y al que de veras le gustara pasar el rato sentado delante de una máquina de escribir aporreando las teclas, podría haber escrito libros infinitamente más interesantes y, desde luego, más elegantes. La mayoría de los comportamientos adultos, cuando uno se para a pensarlo a fondo, son decididamente de segunda categoría. Casi nadie conduce bien, ni se lava las orejas bien, ni se alimenta bien, ni toca la armónica todo lo bien que podría si tuviera un mínimo de sensatez. No quiero decir con eso que las personas somos lamentables, ni menos aún que debieran ser sustituidas por máquinas; las personas son criaturas excelentes, admirables, y la eficacia no lo es todo en la vida. Sin embargo, para el escritor joven y serio que aspire a publicar, es alentador saber que la mayoría de los escritores profesionales que hay por ahí son pan comido”.