La artrosis de rodilla se caracteriza por una progresiva degeneración del cartílago articular. Cuando se padece artrosis, el cartílago que reviste las superficies articulares y facilita el deslizamiento de las extremidades óseas se degenera: los huesos entran en contacto directo.
La artrosis provoca dolores durante los movimientos y cuando la rodilla debe soportar una carga. Transcurrido algún tiempo, los dolores se resienten incluso en reposo y la rodilla se hincha. Si no se debe a lesiones traumáticas, la artrosis no aparece antes de los cincuenta años de edad. Es una enfermedad tres veces más frecuente en la mujer que en el hombre.
¿Cuáles son las causas de la artrosis de rodilla?
Existen dos tipos de artrosis de rodilla:
- La artrosis primaria: que surge sin causas aparentes y es la más frecuente.
- La artrosis secundaria: que se manifiesta a consecuencia de una lesión o un traumatismo de la rodilla, en general al cabo de cinco a quince años del accidente.
¿Cuáles son los síntomas de la artrosis de rodilla?
Los síntomas que tiene una artrosis de rodilla son:
- Dolores cuando se lleva un peso.
- En una fase más avanzada, dolores en condiciones de reposo.
- Rodilla hinchada.
- Reducción de la capacidad de movimiento.
- Sensación de inestabilidad.
- Dificultad para caminar.
¿Cuál es el tratamiento de la artrosis?
En la fase inicial de la enfermedad, los dolores desaparecen durante largos períodos de tiempo y no requieren ningún tratamiento en particular. Se puede recurrir a la fisioterapia para aumentar la fuerza y la movilidad articular.
En caso de que los dolores o las demás molestias persistan o reaparezcan con frecuencia, el médico puede prescribir antiinflamatorios. Cuando las molestias alcanzan cierta magnitud, es a veces preciso recurrir a un tratamiento quirúrgico, sustituyendo la articulación por una prótesis.
Lo más recomendado por el médico es hacer gimnasia regularmente y adelgazar si se tiene sobrepeso.
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