Revista Diario
¿Qué hace un psicólogo? Seguramente, la idea que se te ha venido a la mente es la un psicólogo en su gabinete, con su consulta, tratando a sus pacientes. ¡Hasta puede que te hayas imaginado un diván!
Esta idea acerca de la profesión de los psicólogos se debe a que esta es una de sus facetas más conocidas por la población en general: la psicología clínica (aunque el diván en raras ocasiones está presente, pues se relaciona con la orientación psicoanalítica).
Pero, ¿dónde más trabajan los psicólogos? Dado que la psicología es aquella ciencia que estudia el comportamiento humano, podríamos decir que está presente en muchísimos escenarios (o, al menos, debería estarlo).
Uno de los lugares donde desempeñamos nuestra profesión los psicólogos son los centros de mayores: centros sociales, centros residenciales o centros de día. Y, ¿qué hacemos allí los psicólogos?
Las funciones dentro de uno de estos centros son muchas, resumiéndose principalmente en la intervención con los usuarios, con sus familias y con los trabajadores.
Centrándonos un poco más en cómo intervenimos con los mayores usuarios, tratamos de mejorar en todo lo posible su calidad de vida, dentro de nuestro ámbito de trabajo. Los tres ejes principales serían la atención al aspecto cognitivo, emocional y conductual.
La intervención en el ámbito cognitivo se basa en mantener y/o mejorar el estado cognitivo de cada usuario, tratando de retrasar el máximo tiempo posible el deterioro progresivo en los casos en que existe alguna patología (por ejemplo, demencia).
Una de las herramientas utilizadas para ello es la estimulación cognitiva.
Podemos definir la estimulación cognitiva como todas aquellas actividades y programas que trabajan las funciones cognitivas del mayor. La filosofía en la que se basa es aquella que se rige por el use it or lose it, es decir, todo aquello que no se usa se pierde.
La estrategia principal en la estimulación cognitiva es el trabajo a partir de aquellas funciones cognitivas que mejor conserva la persona, para estimular aquellas más deterioradas o en declive (como es el caso de los mayores con deterioro cognitivo o procesos demenciales).
Por ejemplo, si la persona sufre una grave afectación para recuperar información previamente codificada (aprendida), podemos aplicar estrategias basadas en claves lingüísticas que le ayuden a recuperar dicha información.
La estimulación cognitiva se puede realizar de forma individual o grupal. No obstante, en la mayor parte de los centros se lleva a cabo en grupos (no superiores a 8-10 personas).
Algunas de las tareas grupales que se pueden llevar a cabo es el recuerdo de eventos específicos positivos (para estimular la memoria autobiográfica), el aprendizaje de estrategias mnemotécnicas (para trabajar la memoria de codificación), la enumeración de categorías de palabras (para estimular la fluidez verbal), etc.
Además de las sesiones dirigidas por los psicólogos, la estimulación cognitiva puede llevarse a cabo de forma no estructurada. Por ejemplo, estimular las funciones cognitivas a través de la lectura, los pasatiempos, los juegos de mesa, los debates, etc.