Es posible cuidar de la tierra sin cuidar de las personas. Por ejemplo, China lleva más de 4.000 años produciendo cereales sin agotar la fertilidad de la tierra. Se trata ciertamente de un tipo de agricultura sostenible. Pero esta productividad esconde un enorme problema: se ha estado sometiendo a la mayor parte de la población a una incesante nube tóxica fruto del uso indiscriminado de sustancias químicas. La salud de las personas se ha visto perjudicada.
El cuidado de las personas.
En cualquier diseño de permacultura, se le otorga el mismo valor a las necesidades de la tierra y a las del hombre. Un diseño puede ser perfecto desde un punto de vista ecológico, sin embargo, si no cumple con las necesidades de las personas que habitan dicho espacio, no tendrá éxito. No tendrá éxito en una en una sociedad libre donde la gente pueda elegir si lo desarrolla o no.
Un diseño inteligente tendrá pues en cuenta las necesidades de las personas y las del planeta.
Cuando se trata sobre la producción de comida o de cualquier otra necesidad del hombre, se cree tradicionalmente que existen sólo dos vías: el esfuerzo del trabajo humano y el uso de combustibles fósiles tan característico de nuestra actual economía. El diseño de permacultura nos ofrece otra forma de lograrlo teniendo en cuenta el bienestar de las personas y el cuidado del planeta.
Sabemos lo que tenemos que hacer físicamente para cuidar la tierra. Quizás no tengamos la solución definitiva, pero sí poseemos los suficientes conocimientos para llevar a cabo cambios positivos para lograrlo.
Pero en su esencia, la cuestión ecológica no es un problema técnico sino un problema espiritual y emocional.
Podemos tener conocimientos técnicos suficientes para hacer que nuestra vida sea más sostenible, pero estos conocimientos no servirán de nada si no conseguimos dirigir en el mismo sentido nuestras vidas espiritual y emocional.
Muchas personas creen que la mayoría de problemas radican en la política que practican las instituciones sean económicas o políticas más que en las acciones o sensaciones individuales. Sin embargo, con el paso del tiempo acaban siendo lo mismo. Esto es debido a que la sociedad, incluyendo los estamentos de poder, se desarrolla mediante los miles de millones de acciones cotidianas de la gente corriente de todo el mundo.
Por ello tenemos las instituciones que nos merecemos.
La permacultura indice en la importancia de tomar las riendas de nuestros problemas en lugar de intentar persuadir al poder para que cambie. Se trata de llevar a cabo cambios en nuestro propio estilo de vida antes que pedir a los demás que lo hagan por nosotros.
Esto no significa que la acción política sea una pérdida de tiempo, muchas cosas sólo se logran a través de la política. Lo que la permacultura quiere decir es que ante cualquier problema nuestra primera reacción no debe iniciarse planteándonos " qué debemos hacer", sino " qué podemos hacer ".
¿Qué es la Permacultura? VII. Justicia y equidad en el reparto de recursos
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