La propiocepción es el sentido que
informa al organismo de la posición de los músculos, la capacidad de
mantener el equilibrio y la capacidad de coordinar la posición de partes
corporales contiguas u opuestas. Si hemos tenido una lesión es fundamental incluir estos ejercicios en nuestra recuperación. Todas las articulaciones pueden realizar ejercicios de propiocepción. Es habitual que estos ejercicios se realicen con la ayuda de elásticos, colchonetas, pelotas, y con una serie de
tablas diseñados especialmente para ello con el fin de restablecer las
cualidades perdidas.
Ejemplos de ejercicios para mejorar la propiocepción es son los de equilibrio sobre una pierna o pequeños saltos a la pata coja.