Revista América Latina
En el debate actual, tanto en el replanteamiento de la nueva arquitectura del sistema alimentario mundial como en las reuniones para reducir el hambre y la pobreza, siempre hay tres ideas que aparecen en todos los documentos y que forman parte del corpus conceptual de la lucha contra el hambre. Estos paradigmas o ideas-fuerza definen, además, el posicionamiento de cada individuo o institución al utilizarlas, y son la seguridad alimentaria (y nutricional, tal y como se define mayoritariamente en América Latina), el derecho a la alimentación y la soberanía alimentaria.
En esta serie de entradas me gustaría explicar brevemente su origen y desarrollo conceptual, tras lo cual expondré las diferencias entre los enfoques y sus complementariedades, concluyendo con una propuesta de formulación de la soberanía que favorecería su adopción por parte de los Gobiernos.
Ahora voy a desarrollar el concepto de seguridad alimentaria y nutricional, y posteriormente incorporaré otra entrada sobre el derecho a la alimentación. Al final, terminaré esta serie de entradas con una reflexión sobre los tres paradigmas y sus relaciones entre ellos. Los tres conceptos son complementarios y no deben ser competitivos, situación que parece ser la norma en nuestro mundo actual: los defensores de la soberanía alimentaria piensan que su concepto ha superado ya al derecho a la alimentación y a la seguridad alimentaria. Los defensores del derecho a la alimentación creen que su paradigma es el superior, pues tratan de temas legales que están por encima de las políticas y de los técnico. Y los defensores de la seguridad alimentaria no creen que los lentos avances del derecho vayan a ser suficientes para acabar con el hambre, y las posiciones de la soberanía se ven todavía como muy radicales y como poco técnicas. Esas percepciones contradictorias y conflictivas entre los diferentes paradigmas que abogan por una correcta alimentación para todos los seres humanos se debilitan entre ellas, y los que sufren al final son los hambrientos, por no tener un frente común y poderoso que abogue por ellos. En este blog propongo que los enfoques se vean como complementarios y no como competidores.
Seguridad Alimentaria (y Nutricional)
La seguridad alimentaria como disciplina científica nació en los años setenta a raíz de la crisis mundial del petróleo, que produjo, a su vez, una crisis de cereales y productos alimenticios. Desde entonces ha tenido varias épocas, caracterizadas por diferentes paradigmas conceptuales que venían acompañados de determinadas acciones en el terreno. Estos paradigmas explicativos sobre el origen y las causas del hambre y de las recurrentes hambrunas han evolucionado desde una explicación causal que atribuía el problema a factores naturales como el elevado crecimiento demográfico y las catástrofes naturales (concepción malthusiana), hasta explicaciones muy economicistas (fallas de mercado, asignación de recursos, falta de acceso de los hogares vulnerables). Hoy, el paradigma es más político y de realización del derecho a la alimentación como derecho humano.
Según la definición adoptada por todos los países durante la Cumbre Mundial de la Alimentación en 1996, la Seguridad Alimentaria existe “cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso material y económico a alimentos suficientes, seguros y nutritivos para satisfacer sus necesidades nutricionales y sus preferencias alimentarias a fin de llevar una vida activa y sana”. Posteriormente, UNICEF (1998) introdujo unas modificaciones al modelo causal de la desnutrición infantil que influyeron poderosamente sobre los elementos conceptuales que había presentado FAO y que estaban construyéndose en ese momento. Las modificaciones más destacadas fueron colocar al mismo nivel la seguridad alimentaria, junto a las prácticas de cuidado materno e a la higiene en el hogar, como los tres factores clave que inciden en la desnutrición infantil.
Por otro lado, en gran parte del mundo, por la influencia de algunas agencias de Naciones Unidas en América Latina, la palabra “Nutricional” está cobrando cada vez más fuerza y su incorporación al concepto de seguridad alimentaria es ya una realidad. Esto ha venido de la mano de las nutricionistas y los médicos, con el fin de enfatizar que la Seguridad Alimentaria no sólo implica producción, acceso, y estabilidad, sino que también son muy importantes la nutrición, el estado de salud de la persona que come, la adecuación cultural del alimento y su inocuidad. La Organización Panamericana de la Salud explica que “el Sector Salud ha conceptualizado la Seguridad Alimentaria y Nutricional como el estado en el cual todas las personas gozan, en forma oportuna y permanente, de acceso físico, económico y social a los alimentos que necesitan, en cantidad y calidad para su adecuado consumo y utilización biológica, garantizándoles un estado de bienestar general que coadyuve al logro de su desarrollo”. Esta definición considera la interacción de los cuatro pilares relacionados con la cadena agroalimentaria y nutricional: (a) la disponibilidad de alimentos, (b) la accesibilidad a los alimentos, (c) el consumo de los alimentos, y (d) la utilización o aprovechamiento óptimo de los alimentos.
Este desarrollo conceptual de UNICEF, unido a la amplia adopción del derecho a la alimentación en América Latina, influyó notablemente en la conceptualización de este término en América Latina. A lo largo de esta primera década del tercer milenio, la definición de seguridad alimentaria (y nutricional) se ha ampliado, pasando de un “estado” a un “derecho”, y actualmente se define como “la realización del derecho a toda persona a tener acceso físico, económico y social, oportuna y permanentemente, a una alimentación adecuada en cantidad y calidad, con pertinencia cultural, así como a su adecuado aprovechamiento biológico, para mantener una vida saludable y activa”. Esta definición, con variaciones, se recoge en las leyes de seguridad alimentaria de Guatemala (Decreto 32-05), Ecuador (Decreto Marzo-06) y Brasil (Ley 11346, Septiembre 06).
En resumen, América Latina está ayudando a consolidar la visión de la seguridad alimentaria más como un "derecho" de los seres humanos que como un "estado" de los mismos. En la próxima entrada les comentaré más sobre el derecho a la alimentación.