Nos encontramos en la época más calurosa del año, las altas temperaturas provocan que se sude más de lo habitual, algo que puede provocar la denominada sudamina o miliaria cristalina, una afección que pueden sufrir los niños de corta edad y especialmente los bebés debido a la falta de desarrollo de las glándulas sudoríparas, glándulas que segregan el sudor y la grasa líquida sobrante del organismo.
Esta afección se caracteriza por la acumulación del sudor en los conductos ecrinos a causa de la obstrucción de los poros, lo que provoca la disrupción del conducto glandular y la acumulación de las secreciones por debajo de la piel. Algunas zonas de la piel del bebé pueden aparecer enrojecidas e incluso aparecen pequeñas vesículas superficiales de 1 a 2 milímetros de tamaño que se rompen con facilidad. Las ampollas pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo pero es más frecuente que aparezcan en las zonas del cuerpo donde más se suda, pecho, espalda, brazos, frente, etc.
Prevenir la sudamina pasa por evitar que los bebés suden en exceso, los bebés deben llevar poca ropa y que esté confeccionada con tejidos naturales de calidad que son respetuosos con la piel del bebé, como por ejemplo el algodón. Estando en casa lo mejor es dejarle sólo con el pañal, y hablando de pañales, es importante cambiarlos con frecuencia, esto además contribuirá a reducir el riesgo de que sufran irritaciones (algo habitual en verano) por los fluidos corporales y las heces en la zona de exposición.
Si se dispone de aire acondicionado o ventilador se podrá reducir la temperatura del hogar de forma moderada para que el bebé no pase calor y por tanto no sude. Si se utiliza el aire acondicionado hay que graduarlo para que la temperatura sea agradable, si se utiliza un ventilador, éste debe situarse alejado del bebé para que simplemente reciba una brisa refrescante, en ningún caso debe estar expuesto de forma directa al aire.
Evitar el uso de productos que puedan obstruir los poros y provocar la aparición de la miliaria cristalina, como por ejemplo las cremas y ungüentos, si se ha utilizado protección solar por haber ido a la playa o la piscina, al llegar a casa será recomendable refrescar al bebé con un baño, de este modo se retira la protección y se reduce el riesgo de obstruir los poros.
En la mayoría de casos la sudamina no necesita tratamiento, sólo es necesario seguir una serie de consejos para solucionar esta afección pasajera, siendo el principal evitar que los bebés o niños pequeños suden en exceso, como decíamos, será importante que estén en un entorno fresco. En el caso de que la piel se mantenga enrojecida y con vesículas, el bebé estará molesto, en este caso lo mejor es acudir al especialista médico que se encargará de realizar las valoraciones oportunas y prescribir el tratamiento recomendado.
Foto | Libertinus
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Qué es la sudamina o miliaria cristalina