Llevo barruntando este artículo desde hace mucho tiempo, pero por un motivo u otro he tardado bastante en sentarme a escribirlo. Es, como siempre, mi particular punto de vista. No trato de aleccionar a nadie ni, por supuesto, decirle a los demás qué es lo que deben pensar y opinar. Simplemente es una reflexión que hago para quien quiera leerla.
Soy lector de fantasía desde que tengo uso de razón. Disfruté de lo lindo con La Historia Interminable (se me han quedado algunas frases grabadas en la mente) y descubrí El Señor de los Anillos a los 13 años un verano casi por casualidad. Con aquella edad leía de todo: desde los cómics de Conan (me sigue fascinando la prosa del guionista Buscema, me parece épica), las novelas de Lovecraft, Christie, Conan Doyle, Dickens y muchos más, pero cuando apareció Tolkien mi cabeza casi explota. Soy un enamorado de los textos bien escritos y de las buenas historias, así que El Señor de los Anillos me ganó el corazón de lleno. Tenía 13 años. Desde entonces me costó bastante leer otros textos de fantasía porque no apreciaba la calidad de Tolkien en ellos (no Salvatore ni otros autores me entusiasmaban) hasta que conseguí una de las novelas de RE Howard y volví a disfrutar. Podemos decir que soy un lector de fantasía peculiar y muy pero que muy exigente con el estilo literario. Por eso me cuesta encontrar autores que me gusten de verdad, pero ese es mi problema. Ojo, que G.R.R. Martín me hizo disfrutar con las dos primeras novelas de su famosa saga (del resto mejor olvidarse), Moorkock me parece interesante y otros autores también, así que tampoco es que me cierre en banda a leer fantasía.
No, no me estoy refiriendo a lo que mucha gente denomina "Alta cultura". No. Me refiero a que deberíamos cuidar nuestro idioma y ser un poquito, solo un poquito, más exigentes. No conformarnos con todo lo que nos den. Hay autores españoles como Carlos Sisí que han escrito novelas de fantasía estupendas con muy buena calidad. ¿Lo conoce alguien más allá del círculo habitual de lectores de fantasía española (muy reducido)? ¿Vemos las reseñas de sus novelas fascinar a los bookstagramers cuando sale una de sus novelas? Este autor tiene una carrera literaria muy extensa, pero me cuesta ver alguna editorial que invierta en promocionarlo y darle más visibilidad. Y eso que lo hace con una de las más grandes.
Y aquí es donde yo quiero llegar: la visibilidad.
En muchas ocasiones el lector lee lo que le recomiendan. A veces estas recomendaciones llegan a través de los instagramers de turno, blogueros, youtuberos o demás aficionados a la lectura que comparten sus lecturas en las redes sociales y son más o menos seguidos. Son los que crean el llamado hype: una fuerte expectación que genera una necesidad de obtener esta lectura por parte de los lectores. Lo podemos apreciar también en el resto de medios profesionales de la fantasía como revistas, podcasts e incluso en televisión. Y lo que los lectores ven son recomendaciones de autores extranjeros casi por completo (con algunas excepciones, claro). "El esperadísimo best seller del New York Times" "Del autor superventas...." Estamos saturados de ver recomendaciones de Sanderson, Abercrombie, Rodfuss, Mcclellan, Rebeca Yarros, GRR Martin, StClair y muchos autores más. Todos ellos influencias venidas desde más allá del atlántico. ¿Y qué pasa con los escritores españoles que han publicado? Me refiero a los que lo hacen con editoriales tradicionales, por supuesto. ¿Por qué no se les da esa misma visibilidad? Me cuesta mucho ver un anuncio del ganador del último premio de novela de fantasía Minotauro 2023. ¿Conoces al autor? Pues seguramente no. Se llama Asier Moreno, y la obra: "Hija de la frontera". No hemos visto una apuesta publicitaria importante por parte de la editorial, y desde luego que no se han prodigado las reseñas en redes sociales y otros medios de comunicación. Es como si la propia editorial prefiriese invertir en promocionar otra clase de autores y géneros. Pero en el programa de RTVE "Página Dos" han entrevistado a Abercrombie más de dos veces en los últimos años.
Mi sensación es que sale más rentable apostar por lo foráneo antes que por lo autóctono. En parte los lectores suelen sentir una especie de rechazo a la hora de leer a los autores españoles porque piensan que sus obras son copias de baja calidad de los autores más importantes del género. "Es como Abercrombie pero en malo", dicen algunos. "No leo autores españoles de fantasía, son muy malos" me dicen otros lectores. Soy librero, además de escritor, y me llevo las manos a la cabeza cuando algunos clientes se sinceran conmigo o cuando leo estas opiniones en internet.
¿De verdad cree la mayoría de los lectores de fantasía que los autores españoles tienen peor calidad que los extranjeros?
En parte puede ser porque estamos regalando nuestro idioma. Ya no solo en la fantasía, me refiero en todos los géneros. Abundan los textos simples, de escasa calidad literaria (o nula), en muchas ocasiones incluso mal editados. La voracidad del mercado es tal, que acostumbramos al lector a leer textos poco cuidados. Son traducciones en muchas ocasiones muy poco literarias. Y, de esta manera, los editores prefieren que el estilo de los autores españoles se parezca a estas obras y bajen mucho el nivel para no desentonar. Es como si, en lugar de tratar de marcar una diferencia apostando por autores que cuiden su estilo y tengan una cierta calidad literaria, prefiramos bajar el listón para no desentonar en la mediocridad. De esta manera una novela escrita por un autor español se diferencia muy poquito a una de un autor extranjero. Es aquí donde yo insisto en la idea de antes: hemos regalado el idioma. Y podemos marcharnos hasta el mercado anglosajón, donde los lectores prefieren leer siempre obras escritas en su propio idioma antes que las de autores extranjeros. La mayoría opina que la calidad es mejor si lees el texto en su idioma original, y yo estoy muy de acuerdo. Y, en el caso de la fantasía, esto es muchísimo más palmario.
Si echas un vistazo a la lista de las obras más vendidas en fantasía, no vas a encontrar a ningún autor español entre los 10 primeros. En cambio, si acudes a esa misma lista, pero en novela histórica o en novela negra, lo que vas a ver es que hay del orden de 5 y 7 autores españoles. Esta semana la proporción es:
-Novela de fantasía: cero autores españoles.
-Novela negra: ocho autores españoles.
-Novela histórica: nueve autores españoles.
Tenemos un problema muy grave con la fantasía española. Podemos ponernos una venda y decir que goza de excelente salud, que tiene mogollón de premios muy importantes, con un festival muy chulo y con muchos seguidores. Podemos decir todo lo que queramos, pero la cruda realidad es que no se vende la fantasía escrita por autores españoles. Y no sé de quien es la culpa, sinceramente. Yo solo hago esta reflexión cuando todos los viernes me llegan los listados de las obras más vendidas de la semana anterior y los acumulados: me da mucha pena ver lo poco que se venden novelas de escritores de fantasía españoles: solo he visto un autor español en el puesto 82 entre los 100 más vendidos en fantasía.
Como escritor de fantasía trato de pelear contra esta situación ofreciendo a los lectores novelas diferentes a las que están acostumbrados. Y la verdad es que la mayoría de ellos repiten. Ya sea con la saga de El Reino de la Noche como con las novelas que recopilan mis relatos de la Era Hiboria. Veo interés. Cuando hago algo de promoción, siempre obtengo un buen puñado de lectores que son tan valiosos como el oro. Mi problema es evidente: tengo poco presupuesto para publicitar mis novelas y estoy muy limitado.
Es entonces cuando me pregunto cual podría ser la cantidad de libros que se podrían vender si apareciese Carlos Sisí en El Hormiguero. Os dejo un ejemplo: Karlos Arguiñano apareció en ese programa el 8 de febrero y esa semana multiplicó en mas de cinco el número de ejemplares vendidos respecto a la anterior. Se situó en el cuarto puesto en los libros más vendidos en España durante la semana del 5 al 11 de febrero. Es evidente que aparecer en la tele le ha dado un empujón muy fuerte a las ventas porque ha ganado visibilidad.
En otra ocasión seguiré con el tema, pero por ahora creo que ya me he alargado demasiado. ¡Buenas lecturas, amigos!