Una nueva investigación realizada en Suecia indica que el primero, pues la producción de biogás a partir de sustancias de desecho genera un 95% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que la producción de petróleo, y no un 80% como se pensaba hasta ahora.
Además, mediante una serie de ajustes en las plantas productoras de biogás, es posible aumentar esta diferencia hasta el 120%, alcanzando así la condición de neutro para el medio ambiente.
Investigadores de la Universidad de Lund (Suecia), en representación de la Agencia Energética Sueca, analizaron una planta de biogás en Scania para calcular la producción de emisiones. El análisis realizado ayudará a los investigadores a profundizar en el estudio y perfeccionar otras instalaciones de biogás.
Suecia posee unas veinte instalaciones generadoras de biogás destinadas a la industria automovilística. Según los investigadores, la producción de biogás procedente de estas plantas se puede equiparar con la obtenida del tratamiento de lodos de aguas residuales.
«La planta estudiada es representativa de una planta normal de biogás para el procesado residuos y estiércol. En nuestro estudio hemos calculado las emisiones generadas en la cadena de producción al completo e incluido tanto las emisiones directas como las indirectas», explicó Mikael Lantz, estudiante de doctorado en sistemas energéticos y medioambientales de la Universidad de Lund.
«Nuestro estudio es especial porque hemos incluido factores indirectos que no se habían tenido en cuenta hasta ahora, como por ejemplo el efecto en el suelo de sustituir fertilizantes minerales por biofertilizantes», añadió. «Además, el metano que se filtra de la planta no se ha calculado en base a datos aceptados como normalmente se hace en este tipo de análisis.»
El estudio reveló que la producción de biogás emite dieciséis gramos de gases de efecto invernadero como el metano, dióxido de carbono (CO2) y óxido de dinitrógeno (N2O) por kilovatio hora de biogás. Estas emisiones son un 95% menores que las de la producción de petróleo, lo que refleja un rendimiento más positivo que las cifras que se manejan en la actualidad.
Los autores opinan que el biogás podría ser incluso menos nocivo para el medio ambiente si se utilizaran virutas de madera para la calefacción de las instalaciones productoras. Además, este método podría incluso ser más rentable para los productores a largo plazo.
«Otra sugerencia consiste en cubrir los almacenes de biofertilizantes para reducir las pérdidas de nitrógeno y reducir la cantidad que se diluye debido a precipitaciones», indicó el Sr. Lantz. «La planta ya ha puesto en práctica esta medida. Aplicando esta y otras recomendaciones, las emisiones pueden ser un 120% menores que las del petróleo sin llegar a aumentar el coste de producción más que unos pocos öres [suecos, equivalente a una fracción de céntimo de euro] por kWh de gas para automoción.»
Europa es más consciente que nunca de los males que aquejan al medio ambiente. Los expertos en la materia entienden que gran número de sectores podrían beneficiarse del biogás, especialmente el agrícola. El biogás no sólo aumentaría la eficacia de la fertilización, sino que los agricultores lograrían un mayor ahorro. Ahora sabemos que la producción de biogás genera menos emisiones de gases de efecto invernadero y que es una alternativa más barata. Los expertos también indican que el biogás genera menos olores y atrae menos plagas.
El biogás parece establecerse como una alternativa energética viable ante el compromiso de la UE de reducir las emisiones de CO2 en más del 20% en los próximos diez años. El biogás también puede emplearse en la producción combinada de calor y electricidad y como combustible para el transporte. También puede integrarse en la red de gaseoductos europea.
Fuente: CORDIS