Últimamente he estado pensando harto en los desencuentros que surgen en las relaciones que mantenemos con los otros, especialmente en la manera de enfrentar estos conflictos. Por mi parte, a veces tiendo a tener dificultades para manifestar aquello que me molesta o requiero y termino por silenciar mis propias necesidades. He ido trabajando este problema y, con el tiempo, he desarrollado una mayor capacidad de identificar mis emociones y armar mis pensamientos para luego expresarlos.
En este sentido, no soy de las personas que gritan u ofenden cuando tienen una pelea. Admito que interiormente me mando un rosario entero contra el otro, pero opto por moderar las palabras e intentar comunicarme de un modo que no sea dañino para mí ni para los otros.
A raíz de ello, quise explorar qué era exactamente la asertividad y googleando, mi querido amigo Wikipedia me brindó la información que necesitaba. La asertividad es una estrategia y modo de comunicación donde las personas no agreden ni se someten a la voluntad de otros, pudiendo manifestar lo que piensan y sienten sin herir ni perjudicar a los demás. Es un estilo comunicacional equilibrado, se diferencia mucho de la agresividad y la pasividad como modos de afrontar las situaciones, la asertividad permite a los individuos expresarse de un modo claro, directo y consciente.
Asimismo, dentro de las expresiones que pueden surgir en una comunicación asertiva, nuestro amigo Wiki nombra una lista de derechos que las personas pueden hacer cumplir mediante sus peticiones, nombro algunos:- Derecho a ser tratado con respeto y dignidad
- Derecho a tener y expresar los propios sentimientos y opiniones
- Derecho a decir “no” sin sentir culpa.
- Derecho a pedir lo que quiero, dándome cuenta de que también mi interlocutor tiene derecho a decir “no”
- Derecho a cometer errores