Revista Cultura y Ocio
Personalmente, no conocía mucho esta profesión hasta que Guillermo Busutil (escritor y director de la revista literaria Mercurio) nos ofreció una charla en el máster y contó anécdotas con agentes literarios que había conocido y con los que había trabajado.
Un agente literario es aquel que representa a un escritor, de igual forma que existen los representantes musicales o en el mundo del cine. Trata de conseguir los mejores contratos con las editoriales y de que la obra ofrezca los máximos beneficios económicos posibles en términos de porcentajes que obtienen el escritor y él mismo, así como velar por los derechos de autor.
¿Cómo trabaja un agente literario? Lo mejor será empezar por la organización. Los agentes pueden ser autónomos independientes que trabajan por libre o pertenecer a una agencia. En España hay un gran número de agentes y agencias literarias de gran renombre que representan a grandes autores. Hay dos formas de contactar con un agente. La primera es que el autor, una vez tenga el manuscrito terminado, se ponga en contacto con un agente o agencia y les muestre su escrito. Hay que tener en cuenta que en ambos casos, sea agente independiente o agencia, se cobrará esa lectura, es decir, que un agente se digne a leer tu obra solo será posible previo pago, el precio puede rondar los 100€. Una vez el agente lea la obra puede considerarla lo suficientemente interesante como lanzarse a la aventura y representarla o rechazarla, en la mayoría de los casos se nos entregará un informe que justifique la decisión y que el escritor debería analizar. Debemos tener en cuenta que los agentes son profesionales cualificados y preparados, que conocen el negocio de la literatura y saben qué puede llegar a interesar a una editorial y qué no, pero no tiene por qué desanimarnos la negativa, lo mejor es que continuemos probando con otros. Si obtenemos una respuesta favorable el autor puede sentirse complacido y orgulloso, pues ya tiene una parte del camino hacia la publicación. A partir de ese momento será tarea del agente el presentar el manuscrito a las editoriales, “vender sus bondades y virtudes”, así como supervisar y pelear por las mejores condiciones de contrato en caso de que la obra vaya a publicarse.
La segunda opción para llegar a tener un agente literario es lo contrario: que él nos ofrezca sus servicios. Esto suele suceder cuando el autor comienza a publicar su obra en plataformas de internet y un agente le “descubre”, si ve posibilidades a la obra será él quien se interese en hacer negocio.
Ventajas e inconvenientes de tener un agente literario Las ventajas de realizar este proceso por medio de un agente son muy numerosas. Por ejemplo, el autor no tiene que ocuparse de llamar una y otra vez a las puertas de las editoriales, eso corre a manos del agente. Por otro lado, al ser un profesional del sector éste tendrá numerosos contactos con editores y empresas, por lo que la entrega de manuscritos no se hace enviándolo a una dirección de correo electrónico sin más. Un buen agente literario tendrá relación con un gran número de editores y, dependiendo de la calidad del agente, influencia para conseguir que publiquen su obra representada. Otra de las ventajas es que la obra vendrá acompañada del beneplácito de una persona que conoce el mundo editorial, lo que le da prestigio y una mejor impresión de cara a un editor. Para el escritor también supondrá tener el mejor asesoramiento de cara a contratos y venta de derechos, sabiendo que tendrá a alguien de su lado para sacar el mejor provecho y beneficio de su creación, ya que el agente literario siempre va a comisión. También tenemos que tener en cuenta las posibles desventajas que puede ofrecer la opción del agente literario. En primer lugar, los costes. Si tenemos suerte y nuestra obra gusta de primeras nos ahorraremos mucho dinero, pero llamar de puerta en puerta a los agentes supondrá un gasto en “lecturas previas” bastante considerable. También relacionado con el asunto económico es el porcentaje de beneficios que como autores perderíamos, pues el agente se lleva una parte de los beneficios del autor; es decir, si el autor se lleva un 10% de los beneficios de la obra, habría que restarle lo que se lleve el agente (pongamos un 3%), por lo que los beneficios del escritor se quedarían en un 7%, (en algunos casos el agente cobrará también gastos de gestión).
Una pequeña curiosidad
Si os ha interesado esta profesión os dejo una curiosidad que siempre es mencionada cuando se habla de agentes literarios, y no es otra que más del 90% de estos profesionales son mujeres. No he encontrado una razón específica que explique por qué se da el caso, pero así es.
En España, la agente literaria con mayor influencia y prestigio ha sido Carmen Balcells, que falleció el pasado 20 de septiembre. Llevó a escritores de gran renombre: Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Vargas Llosa, Julio Cortázar, Eduardo Mendoza…