El término Hábitat proviene del latín habitare, que en español significa vivir. La connotación actual se refiere al lugar donde reside una especie animal o vegetal. Es el espacio que reúne las condiciones adecuadas para que la especie pueda vivir y reproducirse a fin de perpetuar su presencia en el medio ambiente.En otras palabras, un hábitat, desde el punto de vista ecológico, es el ambiente o área donde los ejemplares de una misma especie encuentran acomodos. Es el espacio que reúne las condiciones adecuadas para que la especie pueda residir y reproducirse, perpetuando su presencia. Un hábitat queda así descrito por los rasgos que lo definen ecológicamente, distinguiéndolo de otros hábitats en los que las mismas especies no podrían encontrar acomodo.Existen por lo menos cuatro conceptos diferentes de "hábitat" en ecología. Tienen en común la definición explícita del término y la referencia espacial. El carácter explícito se refiere a que es imposible definir hábitats donde no existe un componente biótico. El segundo factor común es la referencia espacial, de lugar, del sitio donde aparece el elemento biótico.
Las diferencias tienen que ver con los dos factores anteriores, si se hace referencia a una especie (o población) o a un conjunto de ellas, y si el espacio se define en términos de área rasa o si se incluyen una mayor cantidad de factores abióticos (climatología, temperatura, etcétera).El término comenzó a usarse a inicios del siglo XX como una sustitución al término en sociología “lebensraum” que significa “espacio vital” de una especie.De esta forma hábitat, desde el punto de vista naturalista-biológico, hace referencia estrictamente al emplazamiento geográfico donde se encuentra determinada especie; al área de distribución de la misma.